El buen tiempo y la gran cantidad de ambeleros y forasteros que se han acercado a las fiestas en honor a las Santas Reliquias de Ambel han animado los festejos que la localidad celebró en la recta final de las vacaciones.

Han sido cinco jornadas intensas y llenas de actividades para todos y, salvo una cogida a un vecino por una vaquilla que nos puso a todos el susto en el cuerpo y de la que todos esperamos que se recupere pronto, las fiestas se han desarrollado con mucha participación y buena armonía.

Uno de los momentos más emotivos se vivió el día de la procesión de las Santas Reliquias. En secreto, varios de los veteranos bandeadores del pueblo se juntaron para volver a hacer sonar las campanas durante el recorrido, mientras los paloteadores bailaban y los ambeleros se concentraban en las calles de la villa. Como la gente no lo sabía, el asombro y la sorpresa fue mayúscula.

Una vez más, el trabajo de la comisión de fiestas ha sido impagable, y el balance final, difícil de mejorar.