El Ayuntamiento de Borja encargó al arqueólogo Francisco Javier Gutiérrez la ejecución de la limpieza, desbroce y adecuación de parte del yacimiento de Bursao, concretamente la excavación realizada entre 1986 y 1987 en la explanada denominada El Pedernal, que corresponde con la zona baja suroeste de la ciudad celtíbero-romana, junto a la torre del mismo nombre.

La intervención consistió en la eliminación de hierbas y maleza para definir estructuras que faciliten su dibujo arqueológico y reinterpretación y para valorar su entidad patrimonial para ser presentadas al público y turistas en general en un inminente proyecto de ampliación de las excavaciones en esta zona.

Tras la limpieza del yacimiento, se remitió un informe sobre la puesta en valor de los restos romanos a la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón. «El estado general de conservación es bueno, al menos mejor de lo que esperábamos tras tantos años a la intemperie». En todo caso, se hace constar, «puede distinguirse una zona con mejor apariencia, las habitaciones 1, 2, 3 y 6: mientras que las habitaciones 7 y 8 han sufrido un deterioro mayor de sus cortes, ya que en esta zona se excavaron los niveles celtibéricos existentes debajo de los suelos romanos, con hasta un metro de potencia, rellenos que parecen haber soportado peor el paso de los años». «Las estructuras permanecen en pie sin modificaciones, pero los cortes artificiales dejados por la excavación en 1987 se han derrumbado en talud, dejando un peor aspecto y entorpeciendo la comprensión de las estancias».

El Ayuntamiento de Borja está preparando el proyecto de ampliación de las excavaciones en el yacimiento, que incluirá el estudio de la Torre Pedernal y la cubrición de los restos mediante una estructura. «Treinta y tres años después comenzamos a descubrir nuestros orígenes. Bursao será un emplazamiento arqueológico de primer nivel y los próximos tres años invertiremos en nuevos campos de trabajo para conseguirlo», anuncia el alcalde de Borja, Eduardo Arilla. T