Las bodegas Crianzas y Viñedos Santo Cristo de Ainzón están desarrollando la última fase de un proyecto de reestructuración de todas las instalaciones, surgido hace 8 años, y que ha sido acometido en tres fases a lo largo de este tiempo. En la primera de ellas se realizó la modernización de la tienda y oficinas y seguidamente fue abordado el tema de elaboración y producción.

En la última fase, cuyas obras ya han dado comienzo, se va a acondicionar un espacio para la recepción de uva que será dotado con un sistema totalmente automatizado, no sólo para el pesaje del fruto sino incluso para la primera toma de muestras que determinarán la graduación del mosto y los demás parámetros fijados por el equipo de enología, algo totalmente novedoso en la comarca de Campo de Borja. Igualmente van a ser instalados nuevos depósitos de acero inoxidable con una capacidad de 500.000 litros. La nueva instalación ocupará una superficie de unos 300 metros cuadrados y estará situada junto a la actual zona destinada a la elaboración.

Bodegas Santo Cristo acomete de esta forma una inversión de 600.000 euros que cuenta con el apoyo económico del Gobierno de Aragón a través de los fondos europeos FEOGA, que a partir del próximo año cambiarán por la incorporación de diez nuevos países a la Comunidad Europea.

Esta reforma de la bodega cooperativa viene a modernizar todas sus instalaciones y en la actuación actual afecta a los descargaderos que contaban con una antigüedad superior a los 25 años. Las nuevas obras deberán estar finalizadas en el mes de julio ante la llegada de la campaña de la vendimia. En este sentido el presidente de la entidad, José Miguel Cruz, ha señalado que todavía es pronto para adelantar datos sobre la cosecha pero espera que "será buena dadas las condiciones climatológicas que hemos tenido hasta ahora".

Cruz ha indicado que "tanto la dirección de las bodegas como su Consejo Rector estamos muy satisfechos de cómo se está desarrollando este ejercicio" que esperan cerrar con un incremento de un 20% en la producción de vinos embotellados, lo que supone la comercialización de más de dos millones de botellas.

El responsable de Crianzas y Viñedos ha dicho que las obras que se están realizando "son importantes pero necesarias porque todos los agricultores estamos invirtiendo mucho en nuestras propias explotaciones y la bodega debe estar a la altura de las expectativas de futuro de los productores".

El próximo año se cumplirá el 50 aniversario de la entrada en la bodega de las primeras uvas, aunque los estatutos de esta cooperativa de más de 600 socios datan de 1945. Crianzas y Viñedos Santo Cristo de Ainzón recibe una media anual de entre 3,5 y 4 millones de kilos de uva para su elaboración.

J. LERIN DE PABLO