Una de las obras más importantes que atesora el Museo de la Colegiata es el Cristo yacente de Gregorio de Mesa, una terracota de grandes dimensiones tallada hacia 1699 para la ermita del Sepulcro. Los robos perpetrados a lo largo del pasado siglo aconsejaron la retirada de todos los bienes que, en el 2003, todavía constituían parte de su entorno, pero mientras que la imagen del Cristo se destinó a engrosar las colecciones permanentes del museo, las restantes obras quedaron almacenadas en otras dependencias.

El Ayuntamiento de Borja encargó recientemente la instalación de todas ellas en la Sala III del museo, recreando con la máxima fidelidad posible la disposición original en la ermita. Entre las piezas expuestas sobresalen las dos puertas que daban acceso al camarín, decoradas con unos óleos sobre lienzo barrocos de dos soldados romanos; las ventanas con las imágenes de La Dolorosa y El Salvador, y una original cruz de madera policromada que se ubicaba sobre el cancel de la puerta de ingreso a la ermita. Todo este conjunto será restaurado por el consistorio, actuando como un nuevo reclamo que pone en valor uno de los espacios patrimoniales más importantes de Borja. T