El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, visitó el pasado 18 de diciembre las obras de la carretera A-121, entre los kilómetros 15 y 24, en el tramo entre las localidades de Ricla y Fuendejalón. Para el ensanche, acondicionamiento y refuerzo de firme de la carretera se invirtió un total de 5.239.391 euros en una obra adjudicada a la empresa Ferrovial Agromán.

El tramo ejecutado atraviesa los términos municipales de Épila, Lumpiaque, Rueda de Jalón y Fuendejalón. Los trabajos comenzaron en el mes de agosto del 2018. Soro destacó que estas obras han supuesto una mejora muy importante ya que se procedió al ensanche de la calzada de 7.5 metros hasta los 10 metros de anchura.

«De esta manera, logramos dos carriles de 3,5 metros de anchura y arcenes de 1.5 metros», indicó. Se ha mejorado también el drenaje de la carretera con el revestimiento de las cunetas existentes y la mejora de los trabajos de drenaje. Por último, el consejero del Ejecutivo autonómico señaló que se han colocado los sistemas de contención de vehículos, balizamiento y señalización vertical y horizontal. Soro recordó que se trata de una carretera con una Intensidad Media Diaria de 2.073 vehículos de los cuales casi el 50% son pesados.

Soro agradeció a los alcaldes la paciencia de los usuarios de la vía que tuvieron que ajustarse a las limitaciones de tráfico en la carretera. La regulación del tráfico se realizó en tramos de tres kilómetros con un carril de único sentido alterno y paso alternativo cada 15 minutos.

TÉCNICA DEL RECICLADO

Además, el titular de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón puso en valor una de las características de la actuación llevada a cabo que es el uso de la técnica del reciclado in situ del firme de la carretera existente. Se trata de una técnica que constituye una opción medioambiental muy interesante en la lucha contra el cambio climático.

En este sentido, Soro señaló que «evitamos el fresado del firme existente, la necesidad de transportarlo hasta un gestor autorizado, y la reposición de la capa fresada con mezcla bituminosa que se trae desde la central».

Además del ahorro de materiales y de los costes de transporte, se reduce el deterioro de las carreteras adyacentes al disminuir el volumen de mezclas que deben realizarse, se emiten menos gases a la atmósfera y se reutiliza el material. Soro también señaló que «el ahorro es también económico, ya que se ha demostrado una rebaja del 20% respecto a la técnica de fresado y reposición». T