El Centro Cultural El Matadero acoge este mes la exposición de arte del cartelista Eduardo Arroyo, propiedad de la DPZ. Se trata del pimer acto que organiza la Asociación Amigos de la Cultura de Magallón.

Contemplar los carteles de Arroyo es revivir el recorrido de un pintor que se consagra en cuerpo y alma para el vital trabajo cotidiano. El autor presta una particular atención, desde hace más de 30 años, al cartel, no dudando en realizar estampas, dibujos o collages para las galerías que presentan sus exposiciones. También pone a sus personajes, sus colores, su grafismo al servicio del teatro, la música y el deporte.

La organización compositiva de sus imágenes invita a una perfecta legibilidad y caligrafía, siempre tan presente, a un guiño de complicidad. Los carteles de Arroyo invitan al gran teatro del mundo y a una gozosa fiesta para los ojos. Por ello, reunirlos en un mismo lugar les otorga la perennidad que la calle les niega. Erigen, al mismo tiempo, el retrato de un artista que, según el ideal de Baudelaire, se halla «espiritualmente en estado de convalencia». T