El Ayuntamiento de Fréscano acaba de iniciar la reforestación de los montes de Burrén y Morredón, dos montes de utilidad pública próximos al municipio y en los que se hallan ubicados dos yacimientos arqueológicos.

En concreto, la reforestación empezó el pasado lunes 13 de diciembre y ésta se enmarca dentro del Plan Director sobre la Edad de Hierro en la Cuenca del Huecha que el consistorio lleva ejecutando desde hace tres años. La reforestación se va a llevar a cabo sobre una superficie aproximada de 40 hectáreas en las faldas de ambos montes, aunque la mayor parte está localizada en Burrén (que ya se reforestó parcialmente en 1985), el más próximo a Fréscano.

Dentro del proyecto del Plan Director el consistorio ya ha llevado a cabo la excavación y documentación del yacimiento arqueológico de Morredón y la siguiente actuación que contempla el documento es la reforestación del entorno de este yacimiento para hacerlo más visitable. Por ello, se acaba de iniciar la reforestación que cuenta con una subvención de los Fondos Europeos FEDER, del Instituto Aragonés de Empleo y del Ayuntamiento de Fréscano.

Según el alcalde de Fréscano, José V. Cuartero, "con la reforestación queremos aprovechar un terreno que hoy en día está bastante erosionado y tiene escasa vegetación, y mejorarlo estéticamente y evitar la erosión del monte. En definitiva, favorecer el hábitat de los animales y adecuar el entorno del yacimiento de cara a la puesta en valor de estos yacimientos y a su visitabilidad". Y es que, a la larga, la intención del ayuntamiento es crear también un centro de interpretación.

Para llevar a cabo la reforestación, el Ayuntamiento de Fréscano ha contratado a dos trabajadores a través del INAEM que trabajaran durante los próximos cuatro meses en este proyecto que es "una inversión de futuro para el municipio", asegura el primer edil. Además, la reforestación se hará de forma muy cuidada utilizando especies autóctonas. Así, se plantaran unos 30.000 pinos y en las zonas de barrancos se pondrá tamariz, chopo y orgaza. Mientras, en los lugares más salitrosos se plantará esparto, retama y rosmarinus.

Sin embargo, antes de llegar a la reforestación ha sido necesario proceder al deslinde del monte, una tarea para la que el consistorio ha contado con la colaboración de la DGA. Este trabajo ha servido, según explica Cuartero, para conocer hasta dónde llega la propiedad municipal y se ha llevado a cabo con la colaboración de los vecinos afectados que entienden la importancia del proyecto para el futuro del municipio.