Con motivo de la festividad de San Antón y siguiendo una ancestral tradición, las calles de Ainzón se llenaron de hogueras durante la noche del pasado 16 de enero, reuniendo en torno a ellas a niños y mayores dispuestos a degustar las ricas viandas asadas al calor del fuego.

En tiempos pasados, los mayores sacaban las caballerías y otros animales para rodear la hoguera para que su patrón los protegiera, ya que estos eran una parte muy importante de la vida y labores del campo, que eran el sustento de muchas familias.

Sin duda, se trata de una noche muy especial para los ainzoneros y de la que la localidad tiene la obligación de conservar y mantener como una muestra más de su identidad. T