El boca a boca y el creciente interés por los vinos de garnacha del Campo de Borja hacen que cada edición de la Muestra de Garnachas, que organiza la Denominación de Origen Protegida (DOP) Campo de Borja, en el Museo de Zaragoza, se supere a sí misma. Así ocurrió en su decimoquinta edición, que congregó en el patio del museo el pasado 30 de mayo a cientos de profesionales de la vitivinicultura, periodistas especializados, hosteleros, aficionados al vino e invitados especiales como las asociaciones de sumilleres de Madrid y Aragón o los consejos reguladores de Somontano y Ribera del Duero, en una multitudinaria jornada, en la que el tiempo acompañó.

La muestra que, según Eduardo Ibáñez, presidente del Consejo Regulador de la DO Campo de Borja, es «el eje de todas las actividades de promoción que organiza la denominación a lo largo del año», arrancó a las 11 de la mañana con la rueda de prensa y la presentación del Calvario, cuadro del siglo XV, cuya restauración fue patrocinada por el consejo regulador, «en agradecimiento al Museo de Zaragoza por cedernos este magnífico espacio», según cuenta José Ignacio Gracia, secretario del consejo.

El anfitrión, el director del Museo de Zaragoza, Isidro Aguilera, destacó el estrecho vínculo existente entre la cultura y el vino «como se puede apreciar en muchas obras que tenemos en este museo». El presidente de la DOP Campo de Borja, Eduardo Ibáñez, en esa línea, justificó el marco elegido por cuarto año consecutivo porque «en las garnachas hay mucho arte».

Ibáñez se felicitó por un año de éxitos, ya que la DOP Campo de Borja acababa de traer del Concurso Garnachas del Mundo, celebrado en la localidad francesa de Perpiñán en abril, 12 oros y 4 platas, además de batir, en el 2018, su récord de producción y de botellas de vino vendidas. Garnachas en el Museo, al igual que la denominación, también ha batido su propio récord de asistencia en su decimoquinta edición.

Además de la Muestra de Garnachas, desde el 27 de mayo y hasta el 2 de junio, 32 restaurantes de Zaragoza estuvieron inmersos en la X Semana de la Garnacha, en colaboración con Horeca Restaurantes. Su presidente, Luis Vaquer, puso en valor la «colaboración mutua y la simbiosis magnífica»que existe entre la DOP Campo de Borja y la asociación de hosteleros, «que da lugar a iniciativas como esta, pero también como el Certamen Gastronómico, Pilar Gastro Week o Gastropasión».

Cristina Clemente, subdirectora de Promoción Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, incidió en que «iniciativas como esta cuadran con la estrategia Alimentos de España que tenemos en el ministerio, en la que la calidad diferenciada es su eje principal». Philipe Bourrier, presidente del Conseil Interprofessionnel de Vins du Roussillon, zona vitivinícola invitada, por haber sido la sede de la última edición del concurso Garnachas del Mundo, situó a la garnacha en el centro de «un triángulo formado por patrimonio, historia y cultura» y destacó la importancia del concurso Garnachas del Mundo «como escaparate de la variedad y de los territorios que la producen, entre los cuales Aragón es muy importante».

Por último, Joaquín Olona, consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, agradeció a la denominación de origen su «auto exigencia, su profesionalidad y su apuesta por la promoción, la calidad y la internacionalización».

BODEGAS Y CATAS

Las nueve bodegas de la DOP Campo de Borja participantes -Ainzón, Alto Moncayo, Aragonesas, Bordejé, Borsao, Pagos del Moncayo, Picos, Román y Ruberte-, además de la invitada especial, Vins du Rousillón, dieron a catar sus garnachas de oro en los stands dispuestos en el claustro del museo, pero además, a lo largo de la jornada organizaron catas dirigidas, en el Garnacha Wine Bar preparado para la ocasión, cada media hora. Guiadas por sus respectivos enólogos, las nueve catas colgaron el cartel de completo. T