Y con el nuevo año llegó la gran nevada de la mano de la borrasca Filomena , un acontecimiento que llenó de alegría y diversión a los vecinos de Ainzón, tanto pequeños como mayores. Fue un momento de alegría en medio de unas circunstancias difíciles por las que todos estamos viviendo por el covid-19. Los niños disfrutaron como lo que son y los adultos como niños.

Sin embargo, la otra cara que dejó la abundante nieve no tan divertida fue el problema que acarrea una nevada de estas características. Desde el consistorio quieren agradecer a todos los vecinos y voluntarios que ayudaron a limpiar calles, echar sal y colaborar en todo lo posible. T