La comarca de Campo de Borja se despertó el día 7 de septiembre totalmente anegada tras las tormentas del día anterior. La localidad más afectada por las lluvias fue Magallón donde, según su alcalde Víctor Chueca, llegaron a caer casi 300 litros de agua. La zona conocida como Malbadón fue la más perjudicada con graves destrozos en las piscinas municipales, polideportivo, guardería y viviendas de la zona. Se produjo el hundimiento de dos viviendas y varios tejados, aunque no se produjeron heridos.

Otras localidades sufrieron importantes desperfectos como Alberite (253 litros) que quedó incomunicada toda la noche, Fréscano (250), Mallén (200) o Novillas (160) que se quedó sin agua y servicio eléctrico. Varios pueblos más se acercaron a los 200 litros, según sus alcaldes, como Agón, Bureta y Bisimbre, mientras que Maleján (110), Albeta (147), Borja (146), Santuario de Misericordia (156), Bulbuente (130) y Fuendejalón (125) registraban cantidades considerables pero menores.

En Borja, además de bienes públicos y privados, las empresas Kendrion y Cikautxo resultaron afectadas. Se inundaron numerosos garajes y establecimientos comerciales y los vecinos pasaron buena parte de la noche achicando agua, como sucedía en el resto de localidades.

El consejo comarcal de Campo de Borja, reunido al día siguiente de la tromba de agua, decidió instar a las administraciones para que la Comarca fuera declarada zona catastrófica e hizo un llamamiento para que fueran sensibles en la solución de los problemas ocasionados. Los alcaldes coincidían en la dificultad existente para hacer las primeras valoraciones de los daños ya que el agua destrozó los caminos, las acequias, los campos y numerosos bienes públicos y privados.

Primeras ayudas

Durante el día siguiente a las inundaciones ya se pudo comprobar que los daños eran mayores de lo que se pensaba en un principio. En ello coincidían todos los alcaldes quienes, además de los perjuicios en bienes públicos y privados, destacaban los destrozos causados por el agua en las infraestructuras como caminos, sistemas de riego, desnivelado de fincas y producción agraria, principalmente en los viñedos.

El la tarde del miércoles día 8 visitó la zona el subdelegado del Gobierno en Aragón, Juan José Rubio, quien posteriormente se reunió en Magallón con los alcaldes, consejeros, representantes de cooperativas y bodegas y de los sindicatos de riegos, todos ellos convocados por el presidente comarcal Sergio Pérez, para analizar la situación y recabar las ayudas necesarias.

De hecho, el Gobierno de Aragón aprobó el pasado día 21 de septiembre una partida de 110.000 euros para reparar los daños agrícolas y ganaderos "más urgentes" producidos por las lluvias y tormentas. Este dinero se emplea en ejecutar las obras en infraestructuras agrícolas y ganaderas comunes tales como accesos a granjas, desbordamientos o arrastres graves que afectan a núcleos habitados, a caminos estratégicos o a instalaciones agrarias. De hecho, la empresa pública SIRASA (Sociedad de Infraestructuras Rurales Aragonesa SA) ya comenzó a trabajar en la reparación de estas obras de emergencia en diversos municipios como, Magallón, Mallén, Borja, Agón o Fréscano.

Esta partida aprobada en Consejo de Gobierno será completada con otras ayudas en próximas reuniones del Ejecutivo aragonés que además se compromete a tener finalizadas las obras antes del 31 de diciembre de este año.