Cuando Jesús Rodríguez se enteró en las redes sociales que existía una prueba extrema en Siberia donde las temperaturas podían rondar los 20 grados bajo cero ni se lo pensó. Empezó a recopilar información y buscar la manera de cumplir el sueño de participar en este enorme desafío invernal. Era el Medio Maratón del Hielo de Omsk (Rusia).

Después de muchas horas de entrenamiento en la cima del Moncayo y el apoyo incondicional del Ayuntamiento de Borja, Rodríguez fue finalmente el único español que participó el pasado 7 de enero en la prueba. No solo completó los casi 22 kilómetros de recorrido, sino que, además, lo hizo cruzando la línea de meta en la posición 156, en una cita deportiva que congregó a 506 valientes de 16 nacionalidades diferentes.

«Esta prueba está catalogada como la séptima más dura del planeta debido al frío, con un 8 sobre 10 en nivel de congelación. Empezamos a la una de la tarde con menos nueve grados, se levantó el aire, bajó la temperatura y el termómetro llegó a menos veinte grados. A partir del kilómetro 15, noté la congelación en la nariz», reconoce.

El corredor borjano de 29 años invirtió 1 hora y 51 minutos en dar cuatro vueltas a un recorrido de más de cinco kilómetros en torno al lago Irtysh. «Había que terminar en menos de dos horas y media porque a las cuatro anochece». Ese era otro de los obstáculos que había que salvar.

De cara a su preparación, el Moncayo fue testigo de sus entrenos con sesiones de altura y desnivel en la cumbre. Finalmente, una medalla y un certificado testifican su gran papel en una prueba extrema que estuvo dominada por atletas rusos y canadienses. «Me gustó mucho la experiencia. Tienes que ir muy bien preparado y abrigado para afrontar las bajas temperaturas. La organización se portó muy bien conmigo, ya que me llevó a inspeccionar el recorrido y estuvo muy pendiente de mí en todo momento», comenta.

Para hacer frente y superar el factor metereológico, Rodríguez corrió la prueba con tres camisetas y tres mallas térmicas sobre su cuerpo, además un forro, cortavientos, máscara de neopreno, gorro y dos pares de guantes. En la mochila se echó un plumas y manta térmica, por si acaso.

Rodríguez, miembro de la Unidad Militar de Emergencias (UME), no esconde el deseo de repetir algún día en Siberia, a pesar del esfuerzo físico y económico que conlleva. Mientras llega ese momento se marca como gran objetivo del año la Ultraman de Benicassim, el ultratriatlón que consta de tres etapas y 180 km en bicicleta, 5 nadando y 42 corriendo para octubre. Solo son 15 los elegidos.

No hay nada que se le resista a este corredor de media y larga distancia. Sus piernas ya han superado las Ironman de Peñíscola y de Oropesa, la Calcenada y la Canfranc-Canfranc, la carrera de montaña más dura del mundo con 100 y 50 km y 8.000 m de desnivel positivo y acumulado. T