Ambel, al igual que otros municipios de la comarca, se vio afectado en julio por dos fuertes tormentas que dejaron importantes destrozos en unas 1.500 hectáreas de la localidad, dándose los daños más destacados en los caminos y fincas, así como en una granja próxima al barranco de la Torrién y el cementerio. El mismo miércoles 2 de julio, primera jornada de riadas, el ayuntamiento se puso en contacto con la presidencia de la DPZ y con la Consejería de Ordenación del Territorio de la DGA para solicitar ayuda.

Y el viernes, el alcalde, Fernando Flores, realizó una visita con el consejero Antonio Suárez y con el presidente comarcal, Eduardo Arilla, a la zona afectada por las lluvias solicitando las máquinas necesarias para reparar las infraestructuras rurales con urgencia, puesto que los agricultores tenían que cosechar y no podían acceder a las fincas.

Tres días después de las riadas, la DPZ mando a un técnico para evaluar la zona. Paralelamente, el ayuntamiento reunió a los agricultores afectados en el ayuntamiento para realizar un plan de trabajo en función de las necesidades de los mismos, dando prioridad la reparación de las zonas que antes se tenían que cosechar. Al día siguiente se desplazaron hasta Ambel una excavadora y una motoniveladora para reparar las zonas afectadas. Los trabajos se prolongaron durante nueve días y se pudo cosechar, y los caminos afectados han quedado totalmente reparados.