-¿Qué balance hace de los últimos cuatro años al frente del Ayuntamiento de Magallón?

-Ha sido un periodo intenso y fructífero en la transformación en positivo de nuestro pueblo. Se ha seguido trabajando para mejorar Magallón, y con nuestras luces y nuestras sombras creo que se ha conseguido.

-¿Cuáles han sido para el alcalde los logros más importantes?

-Hemos dado un salto importante en equipamientos y prestación de servicios públicos, así como en la consolidación de la generación de economía y el empleo en el municipio. Hemos seguido trabajando porque se subsanen deudas históricas que se tienen con nuestro municipio, como el asunto relacionado con el embalse de la Loteta y las afecciones energéticas que sufrimos, de postes, líneas...

Se ha tratado de tener un concepto de ayuntamiento, de que todos los integrantes de la corporación municipal somos unos servicios públicos de la sociedad, y hemos intentado gestionar y resolver todo lo que se nos ha planteado. Hemos estado en cuerpo y alma a la «causa magallonera».

-En cuanto a la generación de economía y empleo en Magallón, ¿qué se ha hecho?

-Evidentemente uno de los principales desvelos de estos cuatro años ha sido la generación de empleo. Desde el pequeño marco que nos dan las competencias municipales se ha tratado de generar empleo directo, a través del ayuntamiento, la residencia y los emprendedores instalados en nuestro municipio.

Hemos seguido generando economía: agraria, a través del gran proyecto que son los «regadíos sociales», que han transformado en positivo la agricultura magallonera, y de otra índole, a través de los contratos de servicios, suministros u otros aprovisionamientos que ha llevado a cabo el ayuntamiento con empresas y comercios de la localidad, de acuerdo a la ley de contratos. También hemos aportado nuestro granito de arena para que emprendedores y empresas, inviertan en Magallón, al igual que diferentes proyectos eólicos que se desarrollan actualmente en nuestro municipio.

-¿Y en patrimonio?

-En este mandato se ha restaurado el Pilar de la Corona, el edificio que albergaba el antiguo ayuntamiento, el matadero municipal, el paredón del Cantón y la ermita de San Sebastián de la Loteta. También se ha consolidado un proyecto de patrimonio cultural como es la comparsa de gigantes, a la vez que se ha declarado BIC (Bien de Interés Cultural) nuestra iglesia parroquial de San Lorenzo.

Después de trabajar mucho hemos recogido los frutos. El estado del rico patrimonio histórico artístico de Magallón está como nunca. Quedan cosas por hacer pero tenemos intención de abordarlas e intentar sacarle más jugo a este importante legado histórico. La restauración de la Fuente de la Dula, el espacio de la Santísima Trinidad y el órgano de la iglesia parroquial son proyectos que vamos a acometer muy pronto.

-¿Cuáles han sido las mayores inversiones en equipamientos en los últimos años?

-Se ha ejecutado una actuación importante cada año en cuanto al coste económico. Lo primero que se hizo fue la finalización de la rehabilitación del antiguo edificio de Correos, en septiembre del 2015. Luego vino la construcción de una pista cubierta de pádel, en 2016; la reforma de la sala Ujoma, en 2017; y en 2018 comenzó la construcción de un nuevo tanatorio municipal. Eran actuaciones necesarias y, a su vez, demandas por los magalloneros.

-¿Qué importancia tiene el vino y el aceite de la localidad?

-Mucha. Por economía, por historia y hasta por identidad, el sector agroalimentario es importante por muchos motivos. Desde el ayuntamiento intentamos colaborar con ellos en todo lo que nos plantean. Además se ha puesto en marcha la iniciativa de Saborea Magallón, que es un evento de promoción agroalimentaria del vino y el aceite de Magallón, para ayudar a su difusión con el objetivo de que generen más economía en nuestro municipio. Para la corporación, una de las prioridades es ayudar al sector del vino y aceite local, por todo lo que representa y aporta.

-¿Cómo y qué representa el tejido social de Magallón?

-Es muy importante, ya que hace una gran labor. Magallón lo hacemos todos. La historia de nuestra villa la escribimos todos y todos los días, y creo que es obligación de todos trabajar por escribirla en positivo; a poder ser en letras de oro y plata. Y sinceramente creo que se está consiguiendo, por ello, quiero reconocer a todas las personas, asociaciones y colectivos que, desde sus ámbitos institucionales, sociales, deportivos, culturales, agrícolas o personales, trabajan con esmero, ahínco y dedicación para que nuestro pueblo luzca con luz propia en el Aragón del siglo XXI. Sumar y hacer es una filosofía que se lleva a cabo por parte de la corporación y que, con ella, a Magallón le va bien. La seguiremos fomentando.

-¿Cuáles son las principales necesidades que presenta Magallón de cara al futuro?

-Con realismo, y también algo de utopía, el futuro debe pasar por ampliar los regadíos sociales, apostar por el desarrollo que posibilitan las nuevas tecnologías y la fibra óptica. También por captar inversiones, conseguir entre todos que el colegio público sea bilingüe, mantener la capacidad de prestar servicios públicos que en la actualidad tiene el consistorio, generar economía y empleo, buscar fórmulas para potenciar el patrimonio y la generación de riqueza en este ámbito, apoyar igual que hasta ahora a la economía local y trabajar por intentar conseguir la instalación de alguna empresa.

El futuro debe pasar además por apoyar al tejido social, cultural, deportivo y esperar tener suerte, a la par que buscarla, para conseguir algo positivo en el ámbito empresarial. Sin olvidar, la atención de las necesidades y contextos que se vayan definiendo en los próximos años.

-¿Qué es lo mejor y lo peor de estar al frente de la alcaldía?

-Lo mejor es que puedes transformar en positiva la sociedad donde vives y convives. Lo peor es el gran esfuerzo que supone llevar a cabo la conciliación de la vida institucional, laboral y familiar.

-Lleva cuatro mandatos ¿se volverá a presentar como candidato a la alcaldía?

-Si mi partido lo aprueba, sí; nos volveremos a presentar. Los proyectos no se agotan por el paso del tiempo, se agotan por falta de ideas, de ganas, de ilusión, por conformismo y por desánimo en abordar el trabajo diario. Y todo esto es lo contrario a lo que sentimos y pensamos; tenemos ganas de mejorar Magallón. Hay proyectos, ideas y ganas de trabajar para sacar adelante proyectos que aporten cosas positivas a nuestro municipio en todos los ámbitos. Y deberá ser la sociedad magallonera la que ratifique si quiere que sigamos al frente del consistorio.

-Y de ser así, ¿cuáles son los retos que tendría para los próximos meses?

-Me considero un servidor público de mi pueblo, junto con mi equipo de trabajo. El reto desde la corporación municipal, de cada uno de nosotros, es mejorar la calidad de vida de nuestra gente. T