Mallén volvió a vivir en el mes de septiembre nueve días cargados de actos para todos los públicos para celebrar las fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Columna. Con un presupuesto bastante ajustado, se puede decir que con ganas e ilusión se pueden hacer unas buenas fiestas.

Desde los más pequeños hasta los más mayores, todos salieron a la calle, participaron y colaboraron en cada uno de los actos organizados. Aunque el tiempo fue bastante fresco, esto no impidió que la gente saliese a la calle a disfrutar de las fiestas mayores.

Una plaza abarrotada el sábado para escuchar a los pregoneros: el Consejo de la Infancia y Adolescencia de Mallén, y dar el pistoletazo de salida a las fiestas, era la imagen que el resto de las fiestas sería igual, con actuaciones en el pabellón, disco móviles en la calle, vacas, hinchables, juegos infantiles, concursos, demostraciones de agility, vermús, entre otras muchas actividades, que quedarán en el recuerdo de todos los malleneros. Las fiestas concluyeron con la tradicional traca y una pequeña sorpresa: unos pequeños fuegos artificiales para despedir las fiestas con un buen sabor de boca.

Desde el ayuntamiento expresaron «el más sincero agradecimiento a todos aquellos que hicieron posibles estas fiestas». «Todos los que de una forma u otra han colaborado en las diversas actividades y, sobre todo, a todo el pueblo de Mallén y vecinos de alrededor, porque la participación de todos es la piedra angular para el éxito de las fiestas», indicaron. T