La localidad de Ainzón pasó, a la vez que disfrutó, de una tarde terrorífica el pasado 30 de noviembre. La casa del ayuntamiento se convirtió en la casa de los horrores y el grupo de amigos el Callejón sin salida permitieron que los vecinos pasara un buen rato o malo, según se mire, a mayores y pequeños, con unas magníficas interpretaciones.

Además, la peña Lucifer se convirtió en un pasadizo del terror con varios espacios creados para dejar sin aliento a los visitantes que salían aterrorizados. También los integrantes de la peña compitieron por ofrecer las mejores interpretaciones. T