La entrada al pueblo de Novillas ya nunca será igual, y es que actualmente la adorna un enorme mural de más de 200 metros cuadrados que da la bienvenida a los vecinos y visitantes con colorido, alegría y buena onda. El trabajo se ha plasmado sobre la pared lateral del almacén municipal, antiguamente conocido como almacén del trigo, y serán las primeras imágenes que verá todo aquel que quiera acercarse al municipio ribereño.

La idea era plasmar en un solo golpe de vista todos los elementos (o al menos algunos de ellos) que son representativos de los novilleros. Así, el trabajo incluye en la primera parte el puente sobre el río Ebro, o puente de San Jorge, construcción tan querida por los vecinos que hasta se celebran unas fiestas en su honor conmemorando su inauguración. Paralelo al puente también queda reflejada la última barca que todavía muchos recuerdan, como testigo de ese pasado y presente de Novillas siempre ligado al transcurrir del Ebro.

En la zona central se puede ver el escudo de Novillas con el nombre del municipio y el perfil de las Bardenas tras las letras, todo ello bajo un cielo estrellado. Y para completar el diseño, también se dibujó el Fuerte de las Guerras Carlistas, monumento emblemático del municipio, así como con una pareja de danzantes, tradición querida por todos los novilleros.

Es cierto que algunos otros elementos muy representativos del municipio han quedado fuera, pero se ha querido representar a un solo golpe visual una breve muestra de gran parte de lo que identifica a los novilleros, incluyendo tanto elementos naturales, como edificios representativos, elementos culturales… y, sobre todo, mucho color y buen rollo.

LOS ARTISTAS

Los trabajos han sido realizados por el muralista Diego Vicente, el cual ha contado con el apoyo de sus ayudantes Jorge Sofí y Marcos Belsué, entre otros.

Diego cuenta con una amplia experiencia en el diseño de este tipo de obras de arte, habiendo participado como miembro activo del grupo Boa Mistura el cual es internacionalmente reconocido, al haber dejado su marca artística por países de todo el mundo (Sudáfrica, Sao Paulo, París, Nueva Delhi…).

El artista junto a sus ayudantes trabajaron duro durante una semana y media para dejar su huella también en Novillas. Siempre acompañados de los vecinos que día a día se acercaban a su zona de trabajo para observar el avance del dibujo y darles ánimos para que pudiesen terminar esta representación que ha sido del gusto mayoritario de todos los novilleros. T