El pasado 22 de mayo los talamantinos realizaron, como ya es tradicional, la romería a la ermita de la Virgen de Constantín, que contó en esta edición con mucha asistencia y participación. Recuperando las costumbres antiguas, muchos romeros hicieron la ruta andando por las Peñas de Herrera y de allí hasta Purujosa, llegando a la ermita con una puntualidad exquisita a pesar de la lluvia que estuvo presente en buena parte del recorrido. Los más mayores tuvieron a su disposición dos autobuses fletados por el Ayuntamiento, dada la gran afluencia de talamantinos y simpatizantes de otros lugares de la comarca.

A los actos asistieron el presidente de Campo de Borja, Sergio Pérez, así como otras autoridades de la delimitación supramunicipal.

Durante la jornada se celebró una misa solemne en la ermita, tras la cual y una vez finalizada la lluvia, continuaron los actos con una comida de hermandad en la ribera del río que "se convirtió en una fiesta de camaradería y confraternidad", según señala el alcalde de Talamantes, Francisco Javier Ibáñez, que destaca "el ambiente familiar y de alegría general". En los postres, el Ayuntamiento repartió unas trenzas de pastel y unas botellas de cava "que a todos nos parecieron escasas dada la afluencia mayor de la esperada", apostilla Ibáñez.

De regreso, en Talamantes hubo merienda y una revista de variedades ofrecida por el ayuntamiento del municipio, que fue muy aplaudida por el numeroso público asistente.

J. L.