Tras mucho tiempo esperando poder actuar sobre las carrascas del Campoltoro, la concejalía de Medio Ambiente de Boja ha podido por fin comenzar a solucionar el problema que afectaba a varias viviendas del municipio debido a las excesivas dimensiones que presentaban algunos ejemplares. «La intención es ir guiándolas en sucesivas intervenciones que se deberán hacer en años posteriores, para que guarden un aspecto parecido entre ellas, dentro de que hay árboles que se han desarrollado más que otros», afirmó Juan Manuel Moreno, concejal de Medio Ambiente.

«Hay que recordar que los árboles necesitan unas podas regulares cada pocos años, de manera que nunca alcancen un gran tamaño que luego impida su control por parte de los operarios. Pero hasta esta legislatura no se había cuidado este aspecto, con el que se evitarían peligros hacia las personas, por excesivos ramajes, partes secas que se desprenden, etc», concluyó Nico Pérez, asesor de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Borja. T