La mayoría de edad ya ha llegado para las 32 comarcas de Aragón que, una vez que concluya el actual proceso descentralizador, van a poder gestionar hasta 162 millones de euros (27.000 millones de pesetas), según cálculos del Gobierno autonómico. Una cifra millonaria que se multiplicará con la creación de la comarca de Zaragoza y su entorno.

El vicepresidente aragonés, José Angel Biel, puso en marcha la maquinaria comarcal en la pasada legislatura y cuatro años más tarde las 32 delimitaciones se han constituido, sus órganos de gobierno han aprobado o están a punto de aprobar sus respectivos presupuestos del 2004 y acaban de recibir la primera oleada de competencias acompañada de la correspondiente designación presupuestaria. El Gobierno aragonés y los cinco grupos con representación en las Cortes pactaron en una cumbre celebrada en el Monasterio de Piedra al inicio del proceso que el traspaso de las competencias se desarrollará en tres fases.

El primer paquete de competencias, ya transferido, es el menos complejo a la hora de ser gestionado. Incluye, entre otras materias, promoción del turismo, patrimonio cultural y tradiciones populares, artesanía, acción social y protección del medio ambiente. Para esta primera oleada, el presupuesto de Aragón del 2004 contempla partidas por un importe global de 86 millones de euros, la mayoría de gasto incondicionado para facilitar que los nuevos entes territoriales tengan capacidad de inversión según sean sus necesidades. De este total, 46 millones se transfieren en concepto de coste efectivo, cuatro para gastos de personal de las comarcas y once para un Fondo de Cohesión Comarcal de nueva creación. Este fondo se destina a financiar los desequilibrios y desajustes que puedan producirse en el traspaso de funciones y servicios a las respectivas comarcas.

El Gobierno autonómico pretende poner en marcha este año la segunda fase del proceso descentralizador. Mientras que las competencias más complicadas --como Enseñanza-- serán las que cerrarán el proceso. El director general de Administración Local y Política Territorial, Rogelio Silva, apuesta para esta segunda fase por transferir las competencias más voluminosas a aquellas comarcas que cuenten con la infraestructura necesaria. Las que no asuman esas transferencias disfrutarán de un periodo mínimo de rodaje y no se llevará a cabo el traspaso hasta que no estén preparadas.