Un año más tengo la posibilidad de llegar a ustedes para contarles mi trabajo realizado en el sector indígena en Ecuador, concretamente en Quinchuqui y en San Francisco Cuatroesquinas de Palmira.

La primera ayuda que brindamos fue a una señora de 47 años postrada en la cama desde hace siete con una inmovilidad total. Se le compró una cama clínica para así poder tener mejor calidad de vida, acompañada por un colchón de aire antiyagas, un juego de sábanas y mantas. Nos abrazamos llorando, yo de felicidad y ella de agradecimiento.

La segunda ayuda fue en Quinchuqui, en una guardería que construí hace cuatro años, ya que debido al aumento de población infantil la anterior se quedó pequeña además de necesitar un cerramiento por protección a los niños en el patio de recreo. Se construyeron 84 metros cuadrados más de guardería y 67 metros de cerramiento con todo lo que ello implica (ventanas, puertas, suelo...).

Antes de la ampliación, la guardería tenía capacidad para 21 niños y ahora la capacidad ha aumentado hasta poder albergar 53 niños los cuales podrán desayunar, comer y merendar todos los días con la satisfacción de las familias de saber que estos niños estarán en una buena instalación y bien alimentados.

PRÓXIMOS PROYECTOS

Y, sin descanso, ya estamos preparando el trabajo para el año que viene que consistirá en la construcción de una nueva guardería a unos 20 km de Quinchuqui.

Por último, me gustaría constatar mi agradecimiento a mi pueblo, al ayuntamiento, a la Comarca del Campo de Borja, a todos los pueblos que han participado contratándonos con las actuaciones de teatro tanto de mayores como de pequeños y, como no, a los componentes de teatro, tanto mayores como niños, que con su ayuda y disposición me ayudan a hacer posible todo esto.