Llegó enero y qué mejor forma de arrancar el año que con las fiestas del pueblo. El sábado 18 arrancaron las fiestas y los primeros en hacerlo fueron los más pequeños del pueblo que disfrutaron con los cabezudos en el patio de las escuelas y volando las cometas de Tabuenca en fiestas. Por la tarde llegó el turno a los mayores con los juegos de naipes, a los ya tradicionales guiñote, rabino y brisca, este año como novedad y con gran participación se unió el póker.

Después de un sábado lleno de bailes, disfraces infantiles, el domingo, víspera de San Sebastián, no iba a ser menos, durante más de dos horas se pudo disfrutar de La Troba, grupo aragonés de música que no dejó a nadie indiferente con su música tradicional y versiones de temas más actuales. No se pudo terminar el día con los cantos de los chimilindrones -cantos locales en honor al santo- alrededor de la tradicional hoguera a San Sebastián, que hubo que suspender por condiciones climáticas, no obstante se buscó una alternativa y no faltó el aperitivo de bocadillos de chorizo y longaniza para los asistentes.

El lunes 20, festividad de San Sebastián, amaneció con frío y viento, pero no faltó ningún tabuenquino a honrarle a su patrón por la calles del pueblo, amenizados con los gaiteros Ecos del Moncayo y presididos por la corporación municipal, que estuvieron acompañados por el sargento de la Guardia Civil de Borja y los diputados provinciales del partido.

Como broche final, el martes 21, San Sebastiancico, la nieve fue la protagonista. Lo que empezó en la madrugada como una anécdota de terminar las fiestas, se cumplió. El día amaneció con más de 10 centímetros de nieve por lo que hubo que suspender los actos programados para ese día. No obstante, fue un fin de fiestas de lo más original.

Por fin, el 1 de febrero, los tabuenquinos pudieron encender su tradicional hoguera en honor a San Sebastián, que por condiciones climáticas tuvieron que suspender durante las fiestas y así cantar los chimilindrones. La buena tarde hizo que todo el mundo disfrutara alrededor de la hoguera amenizada con un chocolate con churros. T