El cuarto domingo de Cuaresma Tabuenca volvió a organizar, como lo hace desde tiempo inmemorial, una romería hasta la ermita de San Miguel y de los Santos situada a un kilómetro del pueblo, perteneciente al románico de transición del siglo XII. Arrancó la procesión desde la Iglesia de San Juan Bautista portando en andas a la Virgen de Rodanas en rogativa para pedir agua del cielo. Acompañó la procesión la Cofradía de la Sangre de Cristo, fundada en 1595, en su primera salida previa a la Semana Santa.

Tras la celebración de la Misa, el público se acomodó en los alrededores de la Ermita para comer el típico Pastel de los Santos, elaborado de masa escaldada y relleno con un huevo duro, chorizo, longaniza, lomo en adobo y costilla de cerdo. Estos Pasteles de los Santos se elaboran mayormente en cada casa y luego se llevan a cocer al horno de leña de la cooperativa. Este año se elaboraron unos 1.500 pasteles en el pueblo. La unidad viene a pesar alrededor de un kilo y medio y cada miembro de la familia tiene su propio pastel con su inicial o una señal identificativa.

Se acompañó la ingesta con el mejor vino cosechero que, orgullosamente, se dan a catar los vecinos unos a otros. Servido en bota, se suelen cantar lendrinas mientras se bebe. El trago debe durar lo que dura la canción. Si hay algún valiente que acepte el desafío, es rodeado por la gente para cantarle la lendrina y puede darse la picaresca de cantar la canción a ritmo más lento de lo normal para alargar la hazaña.

Al cabo de un buen rato, después de haber comido el pastel, uno de los cofrades realiza tres toques de campana para que la gente vaya acudiendo a la ermita. Una vez formado el personal, se canta el himno a la Virgen de Rodanas, pidiendo agua del cielo para regar los campos y, acto seguido, se vuelve al pueblo en procesión.

Lo tradicional era, y es, terminar el día con un alegre recorrido por el Cabezo de las Bodegas para seguir degustando los caldos en alegre armonía. Esta fiesta, llamada Domingo de los Pasteles siempre se ha hecho coincidir con la fiesta de los Quintos, por lo que se prolonga durante todo el fín de semana. El sábado 10 de marzo se celebró una disco móvil en el pabellón y la cena de peñas y quintos. Y el domingo tuvo lugar la Romería de los Pasteles y, ya por la tarde, los vecinos disfrutaron en las bodegas. T