Una de las tradiciones más interesantes de las que se realizan en la comarca de Campo de Borja tuvo lugar en la tarde del pasado día 8 de septiembre en la localidad de Tabuenca. Con motivo de sus fiestas patronales y como todos los años desde hace más de un centenar, se realizó en la plaza de España la típica subasta de los cuatro palos, o andas, de la peana, estandarte y hachas de la patrona de la villa, la Virgen del Niño Perdido, que posteriormente recorrería en procesión las calles de la localidad.

El acto, cargado de protocolo y simbolismo, fue presidido por la alcaldesa, María Angeles Lanzán, y al mismo asistieron la mayoría de los casi 500 vecinos de Tabuenca, además de muchas personas que se desplazaron de otras localidades de la zona para presenciar esta curiosa subasta, única en la demarcación comarcal.

El concejal delegado de la ermita comunicó al público que iba a ser subastado el palo derecho delantero de la peana de la Virgen en busca del primer adjudicatario que tendría el derecho de llevar al hombro a la Patrona en la procesión. El ritual era singular y curioso."El palo derecho delantero de la peana se subasta, siendo la postura de 30 euros. ¿Hay quien la mejore?". Y comenzó la puja, con una aumento mínimo de 5 euros, cantidad ésta que marca el Consistorio. Poco a poco fue creciendo el interés y la cantidad. "Toque usted el ramo", decía el concejal al último postor y éste, si nadie aumentaba la postura, se acercaba a la presidencia y hacía sonar una campanilla -antiguamente se tocaba un ramo de flores- obteniendo así el derecho subastado, siempre y cuando ninguna persona dijese "tanto más" porque entonces debía volver a su sitio y seguir la puja.

Y así, se continuó con el palo izquierdo y los dos traseros, pagando los adjudicatarios un total de 190 euros por llevar a hombros a su Patrona, cantidad ésta que recibe la cofradía de la Virgen del Niño Perdido.

Continuó la subasta para optar a llevar el estandarte que salió en 30 euros y fue adjudicado finalmente en 110, al igual que las seis hachas que acompañan la procesión y que con una postura de 20 euros cada una acabaron por recaudar 435 euros. En total la subasta terminó con una aportación de 735 euros para los gastos de mantenimiento de la ermita de la Virgen.

La alcaldesa señaló que "el ayuntamiento hará todo lo posible por mantener esta antigua tradición".

J. LERIN