Fieles a una tradición que se remonta a más de 300 años, los vecinos de la localidad navarra de Ablitas celebraron el 9 de mayo su romería de la Virgen de Misericordia, en el Santuario de Borja. En la misma participaron cerca de 400 ablitenses de los que casi un centenar recorrieron a pie los 25 kilómetros del camino que une Ablitas con el Santuario.

La romería estuvo organizada por la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús que está integrada por todos los varones de la localidad, unas mil personas, según indicó Angel Aznar Alegría, miembro de su junta rectora. Los niños reciben el alta en la cofradía en el momento de su primera comunión.

Aznar señaló que "se sirve a la misma una vez en la vida durante un año y lo hacen 13 cofrades". Durante ese tiempo tienen la obligación de acompañar a todos los difuntos, alumbrando en el entierro y portando una banda morada.

La tradición señala que una niña ablitense se perdió en el regreso del Santuario a su pueblo y apareció después en el mismo a donde dijo le había acompañado una señora. Al año siguiente, cuando los cofrades volvieron a reunirse en el Santuario la niña reconoció a la Virgen como la señora que la había acompañado a casa.

Tras una misa de hermandad los romeros participaron de una comida a la que asistió el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Borja, Miguel Arilla.

El Santuario de Misericordia de Borja siempre ha sido un lugar de encuentro para muchas de las localidades de su entorno. Así, de la romería de Ablitas existe constancia documental desde el año 1695, aunque por diversos motivos no se celebró durante algunos años, recuperándose nuevamente hace once años. Pero, además de Ablitas, en tiempos pasados otras localidades como Malón, Vera, Maleján, Bulbuente, Fréscano o Borja también realizaban sus propias fiestas romeras en el Santuario.

En la actualidad sólo se celebran las de Ablitas (tercer domingo de mayo), la de Borja (25 agosto), en Malón (recuperada en el año 2002) y la de Ainzón, que ha vuelto a organizarla a finales del mes de mayo de la mano de la Asociación de Amas de Casa de Ainzón.

Por su parte, desde el propio Ayuntamiento de Borja y de su encargado municipal, José María Aznar, se quiere potenciar la recuperación de estas tradiciones de las localidades de la comarca como una ocasión de pasar un día agradable en un paraje tan singular como es el Santuario de Misericordia.

JAVIER LERIN DE PABLO