El lanzamiento de la "barra aragonesa" es un juego autóctono de Aragón que tiene su antecedente en la "palanka" vasca, que data del siglo XV, y en la "piertaga" navarra. En Aragón se practicó mucho este juego durante la mitad del siglo pasado y era considerado como una actividad tradicional dentro de las faenas agrícolas.

Terminada la Guerra Civil española, resurge la afición en algunos pueblos fundándose el año 1942, en Miralbueno, la Sociedad Deportiva "Amigos de la Barra", que aún tardaría catorce años (1956) en integrarse en la Federación Regional de Atletismo. Mezalocha era uno de esos pequeños municipios en donde esta afición renacía. Y en la mencionada localidad nació el año 1936 Eliseo Ansón Laín, quien desde muy joven ya se atrevía a competir con su padre y hermano mayor, en la era cercana a su vivienda, cuando volvían del pesado trabajo del campo al caer la tarde.

Sentado en el jardín de su casa, Eliseo recuerda con cierta nostalgia y emoción, aquellos tiempos de su juventud cuando con 18 años fue a competir a Ariño (Teruel) y con un lanzamiento de 14´70 metros derrotó a Soria, famoso lanzador de La Almunia, y a Oriol, de Utebo; recibiendo como premio 20 duros, la comida y el pago del viaje. Además, se quedó como trofeo la barra que habían empleado para lanzar y que muy orgulloso me enseña. Estando en el servicio militar volvió a ganar en el Campeonato de Aragón con un tiro de 16,25 metros y también conquistó el Primer Trofeo del periódico "Heraldo de Aragón". A estos grandes premios hay que añadir las numerosas copas ganadas en diversas competiciones que con orgullo conserva en una estantería en su casa, así como la conseguida en Televisión Española participando en la famosa Competición de Deportes Tradicionales en la que se quedó campeón.

Eliseo, todo nervio y fuerza, cuando iba a las competiciones partía en cierta desventaja con el resto de participantes: casi siempre le avisaban con el tiempo justo y acudía tras realizar algún pesado trabajo agrícola. Pero eso no le amilanaba, y a la hora de lanzar la barra de más de 7 kilos sabía sacar a sus brazos y muñecas, con un estilo que nadie le ha podido imitar. Con la potencia necesaria para que no sólo el recorrido fuera largo, sino que al caer la barra al suelo el tiro fuera válido. Me cuenta que, generalmente, en Zaragoza sólo se competía dos veces al año: para el Domingo de Pascua, en Semana Santa, y para la Fiestas del Pilar. Al principio el escenario era la Plaza del Pilar, pero cuando ésta se remodeló, se trasladaron al nuevo campo de La Romareda.

A Eliseo no le preparaba nadie. Su técnica y estilo eran propios, y se lamenta que con 30 años enfermara de las fiebres maltas y ello le cortara su trayectoria y el haber podido ganar algún dinero con este deporte. No obstante, ahora que tiene 68, posee todavía una gran agilidad. Pude comprobarlo cuando, allí mismo en donde estábamos hablando, cogió la barra y tuve el placer de contemplar la pose tan peculiar que pone a la hora de lanzar: parece como si se transformara.

A Eliseo le arrebató el titulo de Campeón de Aragón el joven calatorense de 21 años, Felix Serrano, cuando él ya estaba en los 45. Desde entonces ha pasado mucho tiempo, pero Eliseo todavía acude en alguna ocasión a realizar exhibiciones de su inigualable estilo, ese "muñequeo" que es en dónde se encuentra el secreto de todo tiro. Además, está orgulloso de que a un hijo suyo, que es veterinario, le guste este deporte y lo practique. Eliseo Ansón y Mezalocha, siempre estarán unidos por la fama que este lanzador de barra alcanzó en tiempos pasados.

SANTIAGO SANCHO V.