El Ayuntamiento de Herrera de los Navarros ha puesto en manos de Magdalena Alvarez, ministra de Fomento, que es el organismo competente, su proyecto preferente para acceder a la autovía del Mudéjar. Una carretera de 16 kilómetros, que a través de Aladrén y de Paniza, uniría con Cariñena, Herrera, El Villar y otros doce o catorce pueblos, que entre otras cosas tienen su centro médico en Herrera.

El proyecto, cuidadosamente estudiado, incluye tres soluciones para el puente sobre el río Huerva: la más interesantes podría ser la que lo sitúa a la altura del antiguo Luco de La Huerva. Desde allí, asciende por una suave pendiente un camino que ya en el término de Aladrén retorna a la antigua vía romana en una cota bastante más baja que hay que superar partiendo de los restos del puente primitivo.

Esta vía es importante, no sólo para Herrera sino para muchos pueblos más y no sólo para Aladrén, Paniza y Cariñena, sino para toda la comarca. Para verlo claro es conveniente volver la vista atrás al siglo XX, antes del "boom" del automóvil. Las gentes de Herrera acudían normalmente a Cariñena, siguiendo el mismo camino que ahora se reivindica para esta carretera.

Por entonces, hubo al menos dos ocasiones en que se planteó seriamente la construcción de una carretera. Vista en el mapa, pongamos por ejemplo desde Madrid, la solución más barata resultaba unir la carretera de Herrera a Luesma con Vistabella. Vista desde Herrera esta solución es un total contrasentido, ya que supone recorrer un largo trecho en dirección totalmente opuesta para dirigirse a Cariñena y Zaragoza.

El Ayuntamiento de Herrera propuso el trazado que se venía siguiendo desde siglos, tantos que es el de una calzada romana. Nadie echó a Herrera una mano y en ambas ocasiones el proyecto fue archivado. Para ser justos hay que hacer una excepción: Vistabella nunca abandonó el proyecto.

Conforme se fue popularizando el automóvil, las gentes de Herrera y demás pueblos fueron desapareciendo de Cariñena, a pesar de que por un tiempo ésta aún siguió siendo cabeza de partido judicial.

La excelente pista forestal y el meritorio puente sobre el río que el tesón de Vistabella por fin ha conseguido, mejora considerablemente la comunicación de Vistabella y Aladrén con Herrera, incluso puede venirle bien raras veces a alguien de Paniza o Cariñena para ir a Herrera pero, como era de suponer, en cuanto a visitar Cariñena los de Herrera y demás pueblos no ha restado un ápice del negativo efecto que sobrevino al popularizarse el automóvil.

En esta circunstancia, al ser aprobadas las comarcas, Herrera no tuvo elección. Incomunicada con Cariñena, que es su referencia geográfica natural, tuvo que mirar a otro lado.

La Comarca, cuyo primer acuerdo práctico fue mejorar las comunicaciones directas entre los municipios que la componen, no consta que haya tratado nada sobre relaciones y comunicaciones con los municipios colindantes que pertenecen a otras comarcas. Esto no beneficia a Vistabella, Aladrén y Tosos, que necesitarían desarrollar -precisamente con Herrera-un plan de turismo, o de senderismo cuando menos. Seguramente tampoco a Aguilón ni a algún otro municipio periférico.

El momento es único y pudiera ser decisivo, por cuanto hay otras alternativas, ninguna de las cuales beneficia en nada a nuestra Comarca. La de Muel en el mejor de los casos, dejaría las cosas como están, ésto es, pasando de largo hacia Zaragoza; cualquier otra las empeoraría más todavía, si es que ello es posible.

La Comarca no puede caer en los mismos errores de antaño. Debemos apoyar con fuerza la iniciativa de Herrera de los Navarros, que abre nuestra Comarca a numerosos pueblos mal comunicados. El apoyo más decidido ha de partir del Consejo Comarcal, pero también de los ayuntamientos, y de otras instituciones interesadas. De un modo o de otro ha de ser bueno para todos.

LUIS ALEGRE