El agua con que se abastece Alfamén procede de dos captaciones del subsuelo de 175 y 250 metros con lámina de agua a 90 y 140 metros respectivamente. La misma se almacena en dos depósitos de hormigón de 350 m³ cada uno, donde recibe tratamiento para su potabilización. Recibida la cloración se impulsa a un depósito de copa de 100 m³ desde el cual se abastece por gravedad a la red urbana de la localidad.

No obstante, en el año 2012 existía un acusado problema de bajo rendimiento hidráulico provocado por el alto volumen de agua perdido en fugas, lo que se traducía en unos costes de gestión superiores a los ingresos. En la red se inyectaban diariamente más de 950 m³, de los que solo 250 m³ quedaban registrados por los contadores domiciliarios. Por tanto, el rendimiento de red era de un 26% o, lo que es lo mismo, un 74% del caudal inyectado en la red no era registrado.

La conclusión que afloraba de aquellos datos era evidente, la red de distribución de agua sufría grandes pérdidas. De hecho, se podía usar la metáfora de un ‘queso gruyer’ para definir el estado lamentable de la red de abastecimiento en 2012. Por ello, desde ese año el ayuntamiento ha ido invirtiendo en mejoras del servicio que han permitido optimizar un recurso tan preciado y escaso como es el agua.

También se actualizó el reglamento y la ordenanza que regula el servicio, así como la frecuencia de las lecturas pasando de semestrales a trimestrales.

Las líneas de actuación han sido numerosas: se ha trabajado en actualizar las propias instalaciones de los pozos como la impermeabilización del depósito de almacenamiento octogonal, mejora que supone la eficiencia a través del descenso del volumen de agua captado preciso, mejorando el rendimiento hidráulico de la red. Se ha construido una nueva caseta para ubicación de productos químicos del servicio; se ha instalado un variador de velocidad para eliminar la turbidez de las aguas al arranque y se ha renovado la cubierta y las casetas.

Cabe destacar el estudio detallado y el trabajo de inspección y evaluación del parque de contadores para conocer en profundidad su situación. A grandes rasgos la mayor parte de los casi 1.000 contadores necesitaban ser renovados y se apostó por sacarlos al exterior de las casas a fin de facilitar las lecturas. Con el nuevo reglamento pasan a ser de propiedad municipal y es el ayuntamiento quien se encarga de ir sustituyéndolos así como de su mantenimiento.

Pero en su apuesta decidida por avanzar en la prestación de este servicio básico para la comunidad de Alfamén, donde se sabe bien lo importante que es el agua para la vida y el desarrollo de la población, el ayuntamiento ha dado un nuevo paso introduciendo elementos de control del servicio, lo que se conoce como Telecontrol. Para ello, se han instalado caudalímetros en los pozos a fin de controlar el caudal inyectado en la red; se han instalado contadores a la salida de la red para saber con exactitud el caudal suministrado; y se han instalado varios contadores de sectorización, lo que favorece el control y localización de fugas en la red municipal. Y por último, el Telemando permite la gestión del servicio, lo que favorece la detección temprana de averías y situaciones anómalas al servicio.

Este año se ha llevado a cabo la colocación de nuevos contadores para continuar con la sectorización del Casco Antiguo y mejoras en el Sistema de Telecontrol con una ayuda del Instituto Aragonés del Agua de 8.965,00 euros, y un presupuesto total de ejecución de 11.953, 97 IVA incluido. T