Cuando juntos y alegres despedimos el 2019 en el pabellón municipal, ninguno podíamos imaginar que, tan sólo unos meses después, tuviésemos que vivir una situación tan dramática como la que atravesamos.

Mezalocha comenzó el confinamiento y fueron no pocos los mezalochanos que decidieron acudir a su pueblo de origen para pasar lo que, en principio, se pensaba fuesen sólo unos pocos días, adoptando, desde el primer momento, medidas como la fumigación y limpieza de calles, así como el reparto de mascarillas a las personas más sensibles, muchas de ellas, confeccionadas por nuestras propias mujeres.

Dos meses más tarde, desde el ayuntamiento, se quiere dar las «gracias», en mayúscula, por el ejemplar comportamiento que su población ha tenido, respetando en todo momento las recomendaciones y protocolos establecidos, mostrando una vez más su civismo y solidaridad. Igualmente, se destaca de manera especial en este sincero agradecimiento, a la Guardia Civil, Fuerzas Armadas y Bomberos de la DPZ que,en todo momento han acudido y se han interesado por nosotros.

Aunque durante este tiempo, algunas festividades han debido ser suspendidas, caso de San Pedro Mártir, otras, de forma ingeniosa, se desarrollaron en parte, como la Semana Santa, a través de la megafonía municipal, a cargo de Luisa Navarro, con el rezo del Vía Crucis y un rosario como recuerdo a la subida del Cristo y la Dolorosa a la ermita de San Antonio, o el antiquísimo Reloj de la Pasión cantado. Así mismo, el ayuntamiento regaló una rosa con dedicatoria a todas las madres de la localidad por su día.

Cabe señalarse, igualmente, que todas las tardes, a las ocho en punto, todo el pueblo aplaudía como reconocimiento y admiración a la labor de nuestros esforzados y heróicos sanitarios, cantando el himno de la pandemia Resistiré y las locales Habanera y canción de Mezalocha, interpretadas por nuestro jotero, Armando Ansón.

Por último, no podemos olvidar a dos vecinos que, aunque estaban en residencias fuera de la localidad, nunca perdieron contacto con su querido pueblo, con nuestro querido pueblo, y que nos dejaron a causa de la pandemia: Hermigio y Adrián.

Días duros, muy duros, para todos, pero, aquí en Mezalocha, aun estando solos, no nos hemos sentido solos, porque nos teníamos y contábamos los unos con los otros. Estamos obligados a sacar la mejor lección de los peores momentos y es maravilloso sentir la fuerza y el apoyo de nuestros vecinos y, en definitiva, sentirnos integrantes de un lugar, de este lugar llamado Mezalocha. T