El Ayuntamiento de Aguarón aprobó por unanimidad la propuesta de la Alcadía para declarar como plaga la superpoblación de conejos. Desde el consistorio se decidió dar un paso más para buscar una solución efectiva contra este problema que se agrava conforme pasa el tiempo, dañando cada vez más los campos de nuestro territorio.

De esta forma, se pretende que el Gobierno de Aragón tome medidas efectivas para controlar la población de este mamífero, catalogado como una especie invasora (se encuentra entre las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

La población de conejos crece exponencialmente y arrasa cultivos a su paso, ya sin distinción: frutales, cereales y vid.

Pero, a parte de los numerosos daños provocados en la agricultura, cada vez se observan más cados, convirtiendo el terreno en una mina de madrigueras y con riesgo alto de desplomes de caminos asfaltados y carreteras.

El conejo tiene una capacidad de reproducción muy rápida. Cada pareja llega a criar hasta diez gazapos anualmente. Dependiendo de las condiciones de alimento, acción cinegética, depredadores y clima, pueden multiplicar su población entre dos y seis veces al año. Por ello, a pesar de organizar batidas intensivas de caza de conejo, con hurones, redes, o jaulas, no es suficiente para el control de población.

Este mal se extiende por la Comarcas Campo de Cariñena y Valdejalón, Comarca Central, Ribera Alta, etc. Por ello, Alberto Ruesca busca la adhesión a su propuesta del resto de ayuntamientos de la comarca y otros próximos, para hacer fuerza ante las administraciones y conseguir soluciones efectivas, para que los paganos de esta plaga dejen de ser los agricultores. T