En la localidad de Cosuenda, la llegada del covid-19 no ha paralizado en ningún momento la actividad en las obras que se tenían pendientes e incluso se ha aprovechado que los espacios municipales estaban vacíos para realizar limpiezas y arreglos en las diferentes instalaciones de la localidad y así tenerlas listas para cuando la normalidad vuelva a toda la población.

De esta forma, durante estas semanas se ha conseguido avanzar en la restauración del torreón de la Lisalta, que según cuenta el alcalde de la localidad, Óscar Lorente, «va a buen ritmo». Con esta segunda fase se pone fin a la restauración en toda la zona exterior en la que se ha invertido una ayuda del Plan PLUS 2020 de 60.000 euros.

En cuanto acaben estas obras, solo quedará la tercera fase que se centrará en el interior del torreón donde irán incluidas las escaleras y el mirador. Para ello, el ayuntamiento del municipio ha solicitado ayuda del Plan de Restauración de la Diputación de Zaragoza del 2020.

Además, durante estos dos meses no solo se ha insistido en la limpieza y desinfección del pueblo, sino que, aprovechando que las instalaciones municipales han estado cerradas, «se ha procedido a la limpieza, desinfección y pintado de las zonas municipales de los equipamientos deportivos, educativos, la casa de cultura, el centro cívico y el consultorio médico», para dejarlos bien preparadas para un futuro, cuenta Lorente, que asegura querer «ir coordinados este verano con todos los pueblos para evitar desplazamientos entre ellos». A su vez, y entre tanto trabajo de limpieza, la brigada municipal también ha estado trabajando en la ampliación del almacén municipal en el antiguo matadero. T