Muchas gracias Aguarón por este reconocimiento que me habéis organizado, pero, sobre todo, a cada una de vosotras y vosotros que me habéis hecho fácil mi trabajo en el municipio.

No es fácil despedirse después de 22 años. Muchos sentimientos me unen a vosotr@s. Ha habido momentos felices y agradables, y también otros duros, cuando teníamos que despedir a un ser querido y os acompañaba en el dolor.

En estos años, mi familia ha crecido, vine con mi mujer y 3 hijos y ahora ya tengo, además, 4 nietos junto a dos nuevos hijos, mis yernos. Y digo esto, porque mi otra familia, habéis sido vosotr@s.

En estos años he vivido experiencias diversas: la apertura de una residencia de mayores, Paraje El Santo. La mañana de los martes la empleábamos, el enfermero y yo, en atenderlos. Siempre ha sido mi punto débil, los mayores… Experiencia que terminó dolorosamente, al tener que cerrarse.

Se inauguró una nueva consulta, en el centro del pueblo, abandonando la antigua casa del médico y aquella cuesta que era una prueba tanto por el frio en invierno como por el calor y sofoco en verano. Un gran cambio en la accesibilidad, así resulta fácil el pasar y probar a entrar, si no hay nadie… Se ha ido equipando con nuevos aparatos, lo último un desfibrilador que consideramos ponerlo en el Casino para mejor accesibilidad.

Y ahora esta maldita pandemia que, por suerte, ha afectado escasamente a nuestro pueblo. Hay que daros las gracias por respetar las normas. Todos salimos ganando.

Y hablando de dar las gracias, tengo que empezar por las diferentes corporaciones municipales que siempre han respondido a las demandas, y en nombre de todos, en sus alcaldes, Lucio Cucalón y el actual alcalde Alberto Ruesca.

Gracias a los farmacéuticos, Javier y sobre todo a Ángeles, que, junto con Angelines, siempre hemos trabajado en comandita, formando parte del equipo sanitario. ¡¡Cuántas llamadas en la consulta para mejorar la dispensaciones!!

Y qué decir de mis compañeros enfermeros. Desde Elena, pasando por Israel, Silvestre, Mariví, Carlos y el último, pero no menos relevante, Felipe. Nunca encontré dificultades con ellos, siempre juntos en las visitas urgentes, siempre compartiendo decisiones y repartiéndonos las funciones en equipo.

Aprovecho este momento para agradecer el reconocimiento que se nos hizo a los sanitarios en el homenaje por el covid-19.

Y el Centro de Salud de Cariñena, punto de encuentro y de formación junto a mis compañeros. Desde ahí nos hemos apuntado a proyectos innovadores. Puesta en marcha anticoagulación, receta electrónica, ecografía, etc.…

Quiero disculparme de mis posibles errores, nunca intencionados, y que seguro los ha habido. Así mismo, un recuerdo cariñoso a todos los fallecidos en estos años.

A partir de la Virgen de Agosto, me sustituirá Ciara, compañera que ya ha estado conmigo, cuando era MIR. Acogerla como hicisteis conmigo.

Gracias a todos. Nos veremos en septiembre coincidiendo con los días de las «no fiestas». Un abrazo a cada uno de vosotros. T