-¿Qué opinión tiene del resultado de esta última campaña?

-Las empresas inscritas en el Consejo han realizado, en conjunto, una campaña excelente. Las ventas embotellados siguen manteniendo el crecimiento que se inició hace varios años con un resultado de 34.218.000 de botellas, es decir un 11,9 % más que el año anterior. Sin embargo, las expectativas comerciales en el mundo del vino son inciertas. En España se consume hoy un 50% menos que hace 15 años, con cifras muy bajas, próximas a 30 litros por habitante al año; en Europa la disminución de consumo es menos importante, pero el número de bodegas también ha aumentado. Si analizamos los resultados globales deducimos que este aumento de oferta está obligando a una disminución de los precios de venta. No obstante, aquí el precio medio de la uva que ha recibido el agricultor es interesante, por el momento.

-¿Qué expectativas existen para la campaña 2004?

-Hacer una previsión es arriesgado, pero si confiamos en el buen hacer de los profesionales que dirigen nuestras bodegas, anticipo que esta campaña 2004 será continuación de la anterior, aunque los precios puedan ser algo inferiores. Si se refiere a la calificación (en volumen) del vino producido, el 2003 fue el año que más vino fue calificado como de D.O. alcanzando la cifra de 32.860.000 litros de los 52.860.000 obtenidos, es decir el 62 % del vino producido fue comercializado como vino con D.O. Esta cifra es muy importante, ya que conseguir resultados próximos al 70-75 % son el objetivo de las Denominaciones más prestigiadas. Normalmente un 20-25 % del vino que se produce en cualquier Denominación es de inferior calidad al que se embotella normalmente y esta cantidad se destina a graneles o se destila.

-¿Qué cuota ocupan los vinos de Cariñena en los mercados nacional e internacional?

-En las 60 Denominaciones de vinos que hay en España, la de Cariñena ocupa un décimo puesto en cuanto a cantidad de vino producido. Si analizamos la comercialización de embotellados nuestro lugar asciende hasta un séptimo puesto (para tinto) en general y el cuarto para exterior. Hay que tener en cuenta que hay Denominaciones muy extensas, en Rioja hay inscritas más de 3.000 bodegas y en Cariñena unas 50.

-¿Cómo va a influir la nueva Ley del Vino en cuanto a la estructura del Consejo Regulador?

-La nueva Ley del Vino todavía no tiene un Reglamento que la desarrolle, y actualmente se está elaborando una Ley del Vino para Aragón, a petición del sector vitivinícola, que está en fase de discusión. Es por esto que hoy no podemos aventurar como quedarán el control-certificación y la gestión-promoción; en cualquier caso espero que sean herramientas útiles y no excesivamente complejas.

-¿Cómo influyen la creación de nuevas bodegas de iniciativa privada en la D.O.?

-Todo suma, y en este caso entiendo que es interesante. La comercialización del vino necesita a todos, a las pequeñas y a las grandes bodegas. Son empresas con distintos los esquemas comerciales. Es cierto que una bodega que gestiona la producción de 100 hectáreas de viñedo no es comparable a una entidad cooperativa en cuanto a su producción y evidentemente en cuanto su aportación al Consejo Regulador, pero no debemos ignorar que estas bodegas también realizan importantes esfuerzos comerciales, de imagen y promoción, que son comparables, algunas veces, a los que realizan grandes Bodegas. Particularmente considero que su aparición es positiva.

-¿Qué repercusión tendrá el nuevo nivel de vinos de pago en la pirámide estructural de calidad?

-La creación de la famosa y discutida pirámide de calidades está originando un desconcierto general en el sector que no se produciría si el Reglamento que desarrolla la Ley del Vino se hubiera publicado. En la hipótesis de que la pirámide señale las diferentes categorías de calidad, y que el "pago" sea la máxima, es necesario que cumpla como mínimo todas las normas que se le exigen a un vino con D.O. y, en mi opinión, con exigencias muy superiores. Si por el contrario la denominación de "pago" no se adquiere por presentar una calidad superior, sino por una caracterización geográfica y/o edafológica, el planteamiento puede ser distinto. En cualquier caso la cuestión se podría resumir en ¿quién decide la calificación y quién la controla? En zonas con D.O. ¿pueden existir los pagos fuera de la Denominación? Si no es así, ¿un vino de calidad tiene que ser forzosamente un vino de mesa? En definitiva, un montón de incógnitas y de dudas sin resolver. Nuestro Consejo mantiene que se debe continuar con los planteamientos actuales. Un vino, de "pago" o de "mesa" si no tiene una calidad apreciable será difícil de comercializar.

-¿Existen perspectivas de colaboración con la comarca?

-La D.O., podría definirse como el canal productor y conductor del Campo de Cariñena. No sabría concretar si la Comarca es la madre de la Denominación o el caso es inverso. Con esto quiero decir que la colaboración debe de ser total y los objetivos (aunque más amplios en el aspecto comarcal) los mismos. Actualmente se ha estudiado un convenio de colaboración entre el Museo del Vino y la comarca para sumar esfuerzos de promoción y turismo. Es un primer paso.

M. A. C.