Dentro del programa de invitación a la lectura del IES Joaquín Costa de Cariñena, el pasado día 22 de enero visitó este centro el escritor José María Merino. Los alumnos de 4º de ESO siguieron con gran interés las consideraciones de este gran escritor sobre su concepción de la literatura y sobre su modo de escribir, en el que se aprecia su gusto por el relato oral.

Así lo reflejan las manifestaciones de algunas alumnas. Pilar Gimeno y Lucía Gómez destacan sus palabras "la Literatura no es una asignatura más, forma parte de nuestras vidas". Olivia Esteban y María Campos afirman: "nos intentó transmitir su gusto hacia la lectura e inculcarnos que leer no es algo que los profesores o padres imponen, sino el camino hacia un maravilloso mundo imaginario".

El coloquio permitió profundizar y analizar algunas cuestiones relativas a dos de las obras leídas "El Oro de los sueños" y "Cuentos". Para Mercedes Navarro el autor "supo dirigirse muy bien a nosotros, un público joven, además, intercaló entre sus respuestas algunas anécdotas que amenizaron el coloquio". En su opinión estas visitas sirven para "acercarnos a la lectura". Lo mismo opina Beatriz Gutiérrez al afirmar que con actos de este tipo "los jóvenes nos animamos a leer".

Para todo amante de la palabra escrita, la lectura de textos u obras literarias es siempre un momento placentero. Si a esto se suma, el deleite de la belleza formal en la elección de vocablos, en la expresión del término idóneo y preciso y en la perfecta construcción de oraciones y párrafos, la lectura se convierte en algo más. En las obras de Merino llama la atención la estética del texto, que conjuga a la perfección fondo y forma.

Además, se entretejen cual hebras de un mismo tapiz, un gran dominio de la palabra y un gran conocimiento del tema tratado. La estética del texto, en su caso, no es sinónimo de pedantería. Al contrario, su gran maestría consiste en que el lector comprenda, sin ninguna dificultad, el texto aún cuando algunos términos, fuera de ese contexto, destacaran por su complejidad en tanto que cultismos.

Solamente si el lector se detiene a observar el texto con detalle descubre esa diferencia. Cuando se advierte la riqueza léxica, todavía se admira más el oficio de este gran escritor. Su prosa rica, plena y variada es capaz de atraer a lectores muy diversos. Cada uno de ellos, según sus inclinaciones literarias, capta matices diferentes.

Merino ha sido galardonado con el Premio nacional de la Crítica (1986), Nacional de la Literatura Juvenil (1992) y Miguel Delibes (1996). Entre sus obras sobresalen antologías de Cuentos, La orilla oscura y El Heredero, publicada el año pasado.

Citando palabras de Antonio Machado, como él mismo hizo, se podría decir que busca una prosa que no sea mero ornato decorativo sino producto de una emoción humana. De igual forma, una emoción humana irradia la persona de José María merino, de trato sencillo, ameno, ocurrente, gran conversador y de gesto elegante. En definitiva, un gran comunicador y un gran maestro en el arte de la palabra.

M ISABEL PEMAN, Dpto. de Lengua y Literatura