La familia de Samuel Pérez, el pequeño de Alfamén que tiene el síndrome de Dravet, quiere dar las gracias por toda la ayuda y muestras de cariño y comprensión recibidas, un agradecimiento que quieren hacer llegar a las personas, ayuntamientos, bodegas, asociaciones, negocios, y a todos aquellos que han colaborado para que Samuel peda llevar el tratamiento ABA.

Este tratamiento hace que hoy en día Samuel pueda mirar a sus padres y reconocerlos, incluso con sus pequeñas dificultades pueda llamarlos por el nombre. "Por estos momentos son por los que la familia de Samuel nunca tendrá cómo agradecer todo lo que habéis hecho por ellos", indican desde su entorno.

A nivel personal Samuel, aparte de luchador, es un trabajador nato, con jornadas que se prolongan desde las 7.30 hasta las 20.00 horas en un ir y venir, sin parar, de colegio, terapia y rehabilitación.

Además, a principios de verano sus padres tuvieron acceso a formarse un poquito en terapia ABA, de la mano de la terapeuta Patricia Durán, experta en terapias conductuales y que impartió un seminario al que asistieron incluso terapeutas en aprendizaje de otros continentes. Esto les está sirviendo para continuar con el trabajo en casa, cosa que hacen estupendamente y que sirve para que Samuel reciba más estímulos.

En breve se va a adquirir un aparato que detectará cuando el pequeño sufre una crisis durante el sueño, que alertará a los padres de que se está produciendo para poder tomar las medidas oportunas, pues el peligro de estas crisis radica en que se podrían obstruir sus vías respiratorias.

Unos adelantos que hacen que la vida de Samuel y su familia sea un poquito más fácil, "gracias a que en estos momentos de tiempos difíciles hay cosas que están muy mal pero entre esas cosas, no se incluyen vuestros corazones".