Un año más la villa de Longares, como viene siendo tradicional, celebró por todo lo alto el pasado día 10 de mayo la festividad de la Santa Espina. Para ello, la Comisión de Festejos del ayuntamiento programó una serie de actos que dieron comienzo en la noche del viernes 7 y que se prolongaron hasta el citado lunes día 10.

Los festejos se sucedieron durante los cuatro días con los tradicionales toros de ronda, encierros, becerradas y vaquillas. El momento más emocionante, y peligroso de las fiestas, tuvo lugar el sábado, minutos antes de las ocho de la tarde, cuando la última vaca del encierro desmontó una de las vallas en la calle Segura y huyó. Afortunadamente, en su recorrido por las calles no arremetió contra ninguna de las personas que se encontró a su paso y salió del casco urbano sin herir a nadie. Media hora más tarde la vaca era capturada junto a la carretera de Alfamén a más de un kilómetro de Longares.

Los habituales café-conciertos y bailes en el pabellón municipal corrieron a cargo de las orquestas Magia Negra y La Fania, que animaron con su música las noches del viernes y el sábado respectivamente. El domingo, el grupo Venus de la vecina localidad de Muel protagonizó el café-concierto, mientras que por la noche los mayores pudieron bailar con la música de la Banda de Almonacid de la Sierra y los jóvenes con una discoteca móvil.

Para los más pequeños se programó el sábado la actuación del teatro ambulante de títeres Arbolé y el fin de semana se completó con una recena, un concurso de tiro de herradura, un concierto de la coral Villa de Longares y un almuerzo el domingo por la mañana. La tarde-noche del domingo se celebró el tradicional Rosario General por las calles de la localidad y la bendición de los términos.

Día de la Espina

El Día de La Espina se celebró la ofrenda de flores y la misa cantada de Perossi con las voces y la música del coro de la localidad y de la Banda de Almonacid de la Sierra, con una gran participación de personas, muy numerosa a pesar de celebrarse en lunes y ser únicamente fiesta local en Longares.

La programación festiva tuvo su continuación por la tarde, en la que, tras una gran tromba de agua, hubo una chocolatada para todos los vecinos y visitantes y que se cerró con la actuación del grupo de jota de Longares en el pabellón municipal.

En definitiva, fueron momentos festivos que se tradujeron en una enorme participación de los vecinos en los actos, y en la numerosa presencia de visitantes, muchos de ellos longarinos de origen y que aprovechan estas jornadas para volver a Longares aunque sólo sea durante unas horas.