Un año más, toda la comunidad educativa del CRA Orba vivió con intensidad el sortilegio de los festivales que ponían el broche de oro al primer trimestre del curso escolar.

En el centro de Botorrita la fiesta fue el jueves 19 y en el caso de Muel, el festival se llevó a cabo el día siguiente en la Casa de la cultura, en una sala repleta de público. Inés y Darío, los presentadores del evento, trasladaron a los espectadores a un mundo lleno de fantasía y de magia, poniendo de relevancia la importancia que tiene el juego para los más pequeños.

Los allí presentes tuvieron la suerte de colarse en un taller de juguetes muy pintoresco, de sentir la magia de una poesía de invierno que se transformó en una coreografía de batuka muy divertida, de volar junto al soldadito de plomo por dos escenas del ballet del Cascanueces de P.I. Chaikovsky, de imaginar lo que escondía la oscuridad con un teatro de luz negra, de vivir una Blanca Navidad subidos al amplificador de un batallón de guitarras eléctricas, de dejarnos atrapar por la percusión corporal que se mezclaba entre voces de esperanza para dar paso finalmente a un show de acrobacias deportivas. Pero también hubo tiempo para reflexionar sobre el contenido de un proyecto sobre violencia de género titulado Solo quiero bailar, que se ha hecho viral a través de internet y que el centro quiso hacer visible en una fecha tan especial.

En ambas localidades, todo terminó con un villancico tradicional que interpretado en familia y que hablaba de algunos de los proyectos de trabajo que se desarrollan en el CRA.

Estos festivales fueron posibles gracias a los ayuntamientos de las dos localidades, a todos los que con su presencia hicieron que lo organizado tuviera sentido, a las familias que colaboraron de una u otra forma dentro de los eventos, a los profesores, por su esfuerzo e implicación y, por supuesto, al alumnado.

Todo ello se puede consultar en la página web: craorba.catedu.es. T