Un año más, los mezalochanos se congregaron en el pabellón municipal para celebrar la Nochevieja. En esta ocasión, alrededor de 200 personas se dieron cita para iniciar juntos "unos esperanzadores doce meses, tras los complicados ya pasados", según manifestaron en sus deseos.

A primeras horas de la tarde, el buen ambiente y la animación ya era palpable por las calles y, en especial en la carnicería y el horno, lugares donde se preparó y elaboró la suculenta cena de la que luego dieron buena cuenta los comensales.

Otro punto de encuentro previo a la cena y el cotillón, como es habitual en un pueblo pequeño, fue el casino, que estuvo abarrotado como en los mejores días.

De esta forma, a las nueve y media de la noche y, tras unas breves palabras de la alcaldesa de Mezalocha, Mª Antonia Ansón, dio comienzo la cena en la que, por supuesto, no podía falta ni el ternasco, ni el vino, ni el excelente cava de la tierra. Y tras las campanadas de fin de año, se sucedieron las siempre agradecidas muestras de felicidad y amistad entre los allí presentes y el consiguiente colapso de las líneas telefónicas para desear lo mejor a los ausentes que, desearon, se puedan unir a la próxima celebración. Seguidamente, se dio paso a la actuación de la orquesta, prolongando el baile hasta la hora que cada cual aguantó, comenzando así en buena armonía el año 2014.