La localidad de Longares celebró entre los días 8 y 10 del presente mes de mayo sus fiestas de la Santa Espina, que se celebran tradicionalmente en honor al Ecce Homo, busto del escultor Alonso Cano, que fue donado a la iglesia de la villa en la segunda mitad del siglo XVII por el arzobispo de Granada e hijo adoptivo de Longares, Diego Escolano.

Pero el estado de alarma generado por el coronavirus obligó al Ayuntamiento de Longares a tirar de imaginación, improvisando en escasos días un nuevo programa de actos para que sus vecinos pudiesen sentir que honraban a su Ecce Homo, aunque fuese de manera bien distinta a como están acostumbrados.

Desde el consistorio animaron a los vecinos a adornar sus balcones para que los paseos del fin de semana fuesen más especiales, sobre todo el domingo 10, día grande, cuando fuesen a visitar al busto del Ecce Homo, que estuvo expuesto en el atrio de la iglesia durante varias horas.

Para tal fin, el ayuntamiento obsequió a sus vecinos con mascarillas FFP2/KN95, que junto al correcto distanciamiento social, les permitió acercarse hasta la Plaza de la iglesia para venerar al Ecce Homo con todas las garantías sanitarias.

Ese mismo día, la parroquia emitió en directo a través de su perfil en Facebook la celebración de la eucaristía, y seguidamente sonaron por la megafonía municipal los gozos en honor al Ecce Homo, que se sintieron de manera muy emotiva.

Durante todo el fin de semana, los perfiles municipales en las diferentes redes sociales emitieron diversos vídeos recordando los mejores momentos vividos en las fiestas de años pasados. Además, las sopranos Beatriz Gimeno y Montserrat Martí Caballé, y la orquesta Nueva Era, que tenían previsto actuar durante estas fiestas, mandaron sus respectivos saludos a los longarinos y sus deseos de poder estar juntos en las próximas fiestas.

Los más pequeños recibieron chucherías sin salir de casa y disfrutaron el sábado de un cuentacuentos en las redes sociales. La música aragonesa sonó a través de la megafonía municipal, y por las noches hubo sesiones de dj’s a través de las redes sociales. Además, se convocó un concurso para que todos los vecinos mostrasen sus dotes artísticas, con premios consistentes en vales de 50 euros para gastar en los establecimientos del municipio, un detalle con el que desde el consistorio se quiso apoyar al comercio local. Los ganadores fueron Inés Mastral en categoría infantil, y la peña UBI en adultos.

El alcalde de la localidad, Miguel Jaime, y la concejala de fiestas, Raquel Losilla, señalaron que «ya que no podíamos estar juntos físicamente, quisimos que nuestros vecinos viviesen un fin de semana especial, y con ayuda de las redes sociales y la megafonía municipal, disfrutaran desde sus casas lo que no podíamos disfrutar fuera».

Ahora los longarinos esperan inmpacientes las fiestas del año que viene para celebrarlas con más ganas que nunca. T