La localidad de Muel va ha experimentar en los próximos años unas importantes modificaciones, al paso por su término municipal, en dos de sus principales vías de comunicación, como son la N-330 y el ferrocarril. Así se desprende del proyecto realizado para la construcción del tramo Cariñena-Muel de la nueva línea de velocidad alta Teruel-Zaragoza, perteneciente al Corredor Noreste de la línea férrea.

Entre las actuaciones que incluye el proyecto se contempla una variante de 1.700 metros de la N-330, que mejorará sensiblemente el trazado de esta carretera evitando cruces con la nueva plataforma ferroviaria, que también experimentará una importante rectificación de trazado favoreciendo con ello unas mejores prestaciones en la nueva línea férrea.

El proyecto también incluye la construcción de una nueva estación de tren para la localidad, que según el proyecto quedará ubicada en los terrenos que actualmente ocupa el apeadero de Arañales de Muel. Esta nueva estación contará con dos vías, que permitirán el alcance y cruce de trenes, ofreciendo además por su ubicación más céntrica, un mejor servicio a los vecinos de la localidad que la alejada estación de Muel-Mozota, que quedará sin servicio al no formar parte del nuevo trazado.

Pero no es la primera vez que esta localidad aspira a tener una estación junto al pueblo. Con la llegada del FF.CC. actual a la localidad de Muel en el año 1933, y dadas las presiones vecinales, el alcalde de la localidad en nombre de su ayuntamiento instó al Ministro de Fomento a que la compañía constructora del ferrocarril se comprometiera a construir la estación para la localidad en los mismos terrenos que ocupaban las instalaciones del que fuera a desaparecer ferrocarril de vía métrica Cariñena-Zaragoza.

La Compañía Central de Aragón aunque se caracterizó por intentar convivir siempre en la mayor armonía con las poblaciones por las que debería discurrir sus trenes, no pudo complacer a la localidad, ya que para la ubicación definitiva de las estaciones proyectadas, la compañía necesitaba unos terrenos con una longitud en horizontal de 600 metros y una anchura de explanación de 75 metros y por lo tanto imposible de situar la nueva estación en los terrenos en los que se solicitaba, que no tenían más de 200 metros en horizontal y solamente 20 de anchura.

Ante esta situación, la compañía constructora decidió establecer la estación entre las poblaciones de Muel y Mozota, dando servicio a ambas localidades en unos terrenos que sí cumplían los requisitos de superficie requeridos. No obstante y complaciendo reiteradas e insistentes solicitudes vecinales, el 12 de Junio de 1931, Manuel Alonso Zabala, Ingeniero Jefe del Servicio de Construcción, se reunió con el entonces alcalde de Muel, Angel Loshuertos y 16 vecinos más y acordaron entre otras cosas el construir el apeadero de Arañales de Muel junto al pueblo, que contaría con dos accesos. El acta de esta reunión se firmó en Muel el día 4 de julio de 1931.

De esta manera quedaron satisfechas las aspiraciones del pueblo de Muel, aún cuando representó un importante sacrificio económico para la compañía constructora, que tuvo que invertir 66.000 pesetas en la construcción del apeadero de Arañales a pesar de su ajustado presupuesto.

Hoy en día y superadas muchas limitaciones tanto técnicas como burocráticas de aquel entonces, la localidad de Muel tiene proyectada una nueva estación de ferrocarril que se ubicará junto al núcleo urbano, por lo que en los próximos años quedará beneficiada de los servicios de una vía de comunicación de primer orden.

C.C.C