Las obras de remodelación del parque de Muel están llegando a su fin. Los trabajos de albañilería se han completado, ha sido restaurado el piso del Paseo de la Cortina, los nuevos jardines ya están delimitados y se ha construido un escenario permanente para actuaciones de distinta índole. El cambio en el mobiliario ha consistido en la instalación de bancos y papeleras nuevas y en la renovación de las farolas. También se sustituye la barandilla de la Cortina por otra nueva, de la misma factura que las de los puentes.

En cuanto a la plantación, también está llegando a su fin. Arbustos tapizantes y originarios de la zona, árboles como sauces y magnolios, flores y setos de diferentes variedades harán del parque el lugar ideal para las tardes de primavera y verano, y para el disfrute de la naturaleza durante todo el año.

De momento, queda pendiente de "reacondicionar" la parte denominada "El Piélago", actuación que estará especialmente centrada en la escollera de piedra que bordea el río y que fue levantada por la riada del año pasado. Se trata de elevarla para evitar que las aguas, en caso de crecida, inunden las zonas colindantes. Para ello, se ha concedido una subvención de 42.000 euros, por lo que las obras no tardarán en comenzar.

El parque de Muel se sitúa al pie de un acantilado natural sobre el que se erigen las ruinas del castillo. Allí se encuentra la presa romana, sobre la que está construida la ermita, y un antiguo molino, rehabilitado como sala de exposiciones. Un enclave de gran belleza fruto de su asentamiento y de la humedad, de sus cabezos que forman un desfiladero y de sus pintorescos desniveles.

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