En Villanueva de Huerva han aparecido los restos de una villa romana en el paraje de La Gabardosa, colindante con el término de Longares. José Luis Navarro hizo entrega al Ayuntamiento de unas piedras labradas encontradas por su padre tiempo atrás cuando labraba con el tractor en un rastrojo. También comentó la aparición de numerosas piedras de distintos tamaños en una parte concreta del campo y que no se correspondían con las típicas del terreno.

La Concejalía de Cultura se puso en contacto con la Dirección General de Patrimonio de la DGA que envió a la arqueóloga María de la Peña Lanzarote quién, después de un estudio meticuloso del terreno y de los restos encontrados, confirmó la existencia de una asentamiento íbero-republicano que se mantuvo, por lo menos, hasta la época imperial romana.

Las piedras encontradas forman la parte inferior de un molino de cereales y los fragmentos que aparecen en la fotografía son cerámica común de almacén y dolias (cántaros) de tradición ibérica. También se ha encontrado un fragmento de cerámica campaniense de época tardorepublicana perteneciente a una vasija importada de Italia y otros, alguno decorado, de terra sigillata hispánica de época imperial.

Todos estos indicios permiten asegurar que nos encontramos ante una explotación agrícola con una zona urbana y otra rústica que, al menos, perduró desde el siglo I antes de Cristo al III d. d. C.

La villa formó parte de una red de explotación económica del territorio que sirvió para uso local y abastecimiento de grandes ciudades. Se encuentra en una zona de agua abundante, exactamente junto al nacimiento del Valderva, considerado como río a su paso por Ailés; en un paraje muy apropiado para los cereales y, al mismo tiempo, cercano a una vía importante de comunicación como era la calzada que discurría junto a la actual carretera Zaragoza-Valencia.

La confirmación de presencia romana en Villanueva viene a llenar una laguna histórica puesto que existen restos procedentes de la edad de bronce y celtíberos y, sin embargo, no los había de tiempos posteriores, como los romanos.

En esta misma zona, y a poca distancia de la villa, también se han encontrado restos de otra construcción con abundancia de piedras, ladrillos, tejas y cerámica de ajuar doméstico que han resultado pertenecer a los talleres de Teruel y con una cronología que puede abarcar desde el siglo XIV al XVIII.

J. L. R.