El pasado 7 de noviembre, poniendo así fin a 20 años de actividad profesional en Mezalocha, se jubiló el médico del pueblo, Severiano Cortés. A lo largo de este cuarto de siglo serían innumerables las historias a contar vividas entre los pacientes y el doctor pero, si bien es de justicia alabar su faceta laboral y celebrar sus logros, su dedicación y entrega, lo es más recalcar su faceta humana, porque la profesión médica llevada a cabo en el ámbito de los pequeños núcleos rurales es tanto o más el cariño y el trato personal que la propia atención facultativa en sí.

Ya en las fiestas mayores, el día grande, San Agustín, allá para el 28 de agosto, el ayuntamiento le hizo entrega de una placa de reconocimiento, representado el sentir de todo el pueblo. Y es que en Mezalocha, más que un médico, se le consideraba un amigo y un mezalochano más.

Ahora, en la emoción de la despedida, los vecinos le desean que disfrute plenamente de su bien ganada jubilación, "y no le quepa la menor duda, Severiano, que Mezalocha ha sido, es y será siempre su pueblo, su gente. Hasta cuando quiera, amigo doctor, y muchas gracias por todo", le transmiten.