Cariñena celebró del 23 al 24 de junio los ritos de la mágica Noche de San Juan con una gran afluencia de público. Como es habitual, a las doce de la noche, se encendió una gran hoguera alrededor de la cual se había colocado una representación de los cuatro elementos de la naturaleza relacionados, asimismo, con las cuatro estaciones: al sur (verano), una gruesa vela representando al fuego; al este (primavera), bandejas con lavanda y romero, haciendo referencia a la Tierra; al oeste (otoño), una jarra de agua purificadora; y al norte (invierno), otra bandeja llena de papelitos dónde los asistentes habían escrito todo aquello dañino en sus vidas de lo que querían desprenderse y, que más tarde, al arrojarlos a la hoguera, el aire se llevaría para siempre.

Tras formar entre todos un gran círculo mágico, todos los presentes encendieron en la gruesa vela sus velitas que formaron, a su vez, un círculo de luz. Después de hablar del origen ancestral, ritos y costumbres de esta noche mágica en todo el planeta, se realizó un simbólico bautizo, se repartieron las plantas entre todos y un niño, representante del hombre nuevo, arrojó los papeles al fuego. Para finalizar, en un ambiente de paz, amistad y energía positiva, la AMM Progresistas Pilar Pitarch repartió coca y moscatel de Encinacorba y los más atrevidos saltaron la hoguera. T