Más de 50 autores asistieron el pasado 21 de junio al XI Congreso Anual de la Asociación Aragonesa de Escritores (AAE) celebrado en Casetas. La jornada comenzó en el centro cívico con unas palabras del alcalde José Luis Román, que dieron paso a las asambleas ordinaria y extraordinaria de los socios.

El escritor José Luis Corral, como presidente de la AAE, y los poetas Fernando Aínsa y Manuel Forega, como vicepresidente y secretario, respectivamente, condujeron dichas asambleas y aprobaron el ejercicio de cuentas del año anterior por mayoría de los allí presentes. Algunos fueron interviniendo con sus preguntas y propuestas para el mejor funcionamiento de la asociación. El escritor local y miembro de la AEE David Rozas cerró la asamblea con unas palabras de agradecimiento a la junta por su confianza como anfitrión.

A las 13.00 horas, los actos literarios se trasladaron a las calles de Casetas. En primer lugar, el quiosco musical de la plaza Castillo acogió un recital de relatos para los más jóvenes que contó con un amplio público del barrio. José Antonio Prades, María Dolores Tolosa, Pilar Aguarón y David Rozas amenizaron con algunos de sus trabajos a los caseteros y socios de la AAE que asistieron al acto. A continuación, los escritores fueron recibidos por el acallde y la Comisión de Cultura con un aperitivo en la alcaldía.

Tras la comida en un restaurante del barrio y el tradicional café literario, los actos se reanudaron en la Taberna Vinos Chueca, donde se celebró un nuevo recital de relatos para adultos, a cargo de distintos miembros de la AAE. José Luis Corral tuvo de nuevo un generoso detalle en su discurso agradeciendo al barrio, Comisión de Cultura y David Rozas por su disposición y entrega para la celebración de la jornada.

Ya en el centro cívico, varios amigos y compañeros de letras quisieron homenajear al poeta José Verón, Premio de las Letras Aragonesas 2013, con lecturas de algunas de sus obras. El recital, conducido por Fran Picón, vivió su cúlmen cuando el propio Verón, agradecido y emocionado, subió al escenario a leer uno de sus poemas más reconocidos. El aplauso final, unos breves discursos y la foto grupal junto al homenajeado dieron por concluído el congreso anual que, una vez más, transformó al barrio rural de Casetas en un destacado ateneo literario.