El Ayuntamiento de Zaragoza tuvo que actuar de urgencia ante el derrube que se produjo a finales de noviembre en el escarpe que hay junto al camino del galacho de Juslibol porque las rocas desprendidas "suponían un riesgo inminente para las personas", según fuentes municipales. Este argumento no convence a los grupos ecologistas que denunciaron al ayuntamiento ante el Seprona y ante el Justicia de Aragón por actuar en esa zona de alto valor ecológico sin pedir una valoración del impacto ambiental del desmonte acometido por el consistorio.

Desde el ayuntamiento aseguran que las abundantes precipitaciones de días atrás causaron un deslizamiento de tierra y rocas, y que estas fueron a parar "prácticamente hasta la puerta de una cueva habitada y cerca de una nave municipal".

Este derrumbe, según las mismas fuentes municipales, habría provocado "una situación de urgencia que afectaba a las personas, y por eso hubo que actuar de urgencia, sin reunir al consejo asesor del galacho". Por eso, en el consistorio afirman que "se antepuso el riesgo que implicaba para las personas" al potencial daño medioambiental que podían causar las obras.

Pero algunos ecologistas y vecinos no lo ven del mismo modo. Argumentan que, en Juslibol, las tradicionales cuevas se concentran varios metros más arriba de donde se depositaron los escombros, es decir, en el núcleo urbano, y no en el camino del galacho.

Ismael Sanz, naturalista miembro de Ansar y educador ambiental, también duda de la urgencia de la actuación: "Riesgo cero nunca va a existir", ya que por el tipo de suelo blando y yesoso del escarpe "siempre habrá desprendimientos periódicos". Por ello, pide "una solución permanente si lo que preocupa es la seguridad de las personas". Él propone dos: "Que se desvíe el camino unos metros más alejado del cortado, y que en los puntos más críticos se pongan mallas de sujección con agujeros grandes para que pase la fauna que nidifica en el escarpe".

Pero en el consistorio insisten en que, si bien se priorizó el potencial riesgo humano, "desde el primer momento mantuvimos contactos con los técnicos del Inaga". "Cuando más adelante acometamos el resto de la actuación, ya sin urgencia, seguiremos los trámites habituales".