Unas 7.500 personas asistieron a la VIII Feria de los Vinos de Aragón de Montañana, que tuvo lugar del 25 al 27 de abril, un evento que se ha ido consolidando cada año y que hoy día es "referencia en la comunidad", señaló el alcalde del barrio, Antonio Sabaté, "como reflejó la gran afluencia de público y la opinión de las bodegas, los restaurantes y los expertos". Este año las novedades funcionaron. "El domingo tuvimos más gente que en otras ediciones al ampliar la hora de cierre", reconoció, "y hubo mayor variedad de tapas", destacó. Para Sabaté, las claves del éxito son "ser una feria única", donde se dan cita todas las denominaciones de origen de Aragón, y "una opción barata para disfrutar de un buen vino en un escenario perfecto". La cita busca apoyar el sector vitivinícola y ofrecer una actividad lúdica a los ciudadanos.