La rotonda semiabierta de la N-125 (de Zaragoza al aeropuerto) a la altura del barrio rural de Garrapinillos se convertirá en una rotonda cerrada y amplia con seis ramales que permitan absorber el tráfico diario. Con esta intervención se cumplirá así con una reivindicación constante por el número de accidentes e incidentes que se generan en este tramo del vial que se ha convertido en un punto negro más.

Los trabajos se realizarán gracias al convenio entre la Diputación Provincial (DPZ) y el Ayuntamiento de Zaragoza. En total, la DPZ invertirá 380.000 euros en la construcción de una rotonda cerrada con señalización vertical y horizontal y seis salidas que regulen el tráfico y permitan bajar la "alta siniestralidad" que hay en este tramo, explicó la concejala delegada de Infraestructuras del consistorio, Lola Campos. Ahora esta zona tiene dos raquetas que tratan de regular las salidas y entradas que confluyen en este tramo, entre ellas, la de acceso a Garrapinillos.

Tras la aprobación por parte del Ministerio de Fomento --la notificación llegó el 2 de junio--, Infraestructuras ya ha redactado el Proyecto de Adecuación de Rotonda en la Carretera N-125 con el camino de Bárboles. De hecho, estaba previsto que los técnicos hicieran llegar a Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Zaragoza --será quien se encargue de la coordinación-- y a la DPZ el texto definitivo con las condiciones impuestas por Fomento y que remitió al consistorio zaragozano el pasado 6 de junio.

Será la institución provincial quien se encargue tanto de la redacción de los pliegos de condiciones y la contratación de las obras que saldrán a concurso público. "Las obras comenzarán en el último trismestre del año", explicó. Su duración estimada será de cuatro meses durante los cuales se desviará el tráfico rodado.

Fue el 1 de octubre del 2012 cuando el área de Participación Ciudadana solicitó a Infraestructuras la redacción de un proyecto para tratar de encontrar una solución a este tramo vial que "a la semana genera un incidente", aseguró el alcalde de Garrapinillos, Luis Miguel Roda. Desde el ayuntamiento han mejorado la señalización y limitado la velocidad con el objetivo de reducir la siniestralidad, pero no ha surtido efecto.

El proyecto va acompañado de la renovación de la iluminación en la Nacional, el camino Bárboles y del Pilón. Estos trabajos supondrán un coste de 61.709 euros.