Los padres del colegio Pedro Orós del barrio rural de Movera se han revelado. Han devuelto los recibos del comedor como medida de presión y resignación al considerar que el trato que reciben desde la consejería de Educación es diferente al de otros estudiantes desplazados.

La razón se debe a que varias familias viven en el Lugarico, un núcleo situado a nueve kilómetros del colegio del barrio rural y no se benefician de la gratuidad del servicio de comedor como sí ocurre en otros barrios. El padre de uno de los estudiantes, Antonio Granados, explicó que con esta medida quieren conseguir lo mismo que las familias de San Gregorio cuyos hijos estudian en el colegio de Parque Goya al no tener un centro escolar en su barrio.

"Queremos tener los mismo derechos y beneficios", señaló Granados. La diferencia es que las familias del barrio de San Gregorio, además de ser más, adquirieron este derecho tras una sentencia judicial que les dio la razón.

"Nosotros no podemos ir a juicio porque no tenemos el acta que remitió la consejería de Educación al colegio informando de que ya no íbamos a tener este beneficio y porque los costes serían muy elevados", explicó Granados. Así que decidieron devolver los recibos de comedor de octubre y noviembre de 96 euros cada uno y de tres estudiantes. "El segundo día que fueron al comedor en diciembre no les dieron de comer a mis hijos y tuvo que ir su madre a llevarles un bocadillo" porque en el colegio no les dieron comida al no haber pagado el mes.

"Nosotros no juzgamos al centro, que solamente acata órdenes. No nos parece justo que Educación no nos otorgue los mismo beneficios que a los alumnos de San Gregorio". Durante este curso, sí han logrado mantener el servicio de bus gratuito.

Por el momento no van a llevar a cabo ninguna otra medida. Granados explicó que confían en poder llegar a una solución por el bien de sus hijos aunque, hasta ahora, la directora provincial de Educación, Montserrat Martínez, no les ha recibido. "Únicamente pudimos hablar con la jefa de servicios de centros, Marta Puente, y no nos dio ninguna solución".