Desde la Asociación de Vecinos de Vadorrey no entienden los motivos que llevaron a los técnicos del ayuntamiento a decidir que la parada final de la línea 50 --en San Gregorio-- se situara en la calle Carmelo Betoré Bergua, justo a la salida de la calle Nobleza Baturra, una vía de doble sentido que separa dos grandes bloques de viviendas, y no unos pocos metros más adelante, en una dársena en la que se detiene el 39, también de final de trayecto.

Los conductores que transitan por esa zona a diario se quejan de la falta de visibilidad que provoca el autobús detenido en la parada para poder girar a la derecha. "No puedes ver lo que te vas a encontrar. La maniobra es muy forzada y a veces la gente cruza y es un peligro", denuncia Javier López, presidente de la Asociación de Vecinos de Vadorrey que ha recogido varias quejas sobre este asunto.

LA PROPUESTA

La decisión de dónde instalar una parada de autobús suele generar controversia porque cada vecino y cada barrio pueden tener sus preferencias. Aunque en este caso parece que existe unanimidad entre los vecinos del barrio. "No entendemos por qué no arreglan esto. Lo hemos reclamado varias veces", asegura Javier López. Su propuesta no atendida consiste en trasladar la parada del 50 solo unos metros más adelante, en la misma acera, y aprovechar la dársena existente y la marquesina del final del trayecto de la línea 39.